Reflexiones sobre la humanidad

 

Por Marco Jiménez

 

“Los hombres no son presos del destino,

solo son prisioneros de sus propias mentes”.

                                                                                                          

                                                                                                                                                                                                Frankiln D. Roosevelt 

 

Es la primera vez que se vive una situación donde prácticamente la humanidad ha tenido que desaparecer de la tierra.

 

Sí, esa especie que somos y de la que pertenecemos que, ante muchas adversidades se levanta y puede construir tecnología, edificios, servicios y casi cualquier cosa que se proponga, incluso también destruir ecosistemas sin misericordia, sin pensar en el impacto que se tiene sobre el planeta.

 

Muy pocos han llegado a entender que la tierra es nuestro hogar, nuestro refugio y, así como la cuidemos, ella cuidara de nosotros; sin embargo, hoy ella esta cuidando por sí misma de sus capacidades evolutivas para seguir sobreviviendo, con o sin nosotros.

 

Nos hemos convertido en sujetos extraños para este planeta. Nos convertimos en las víctimas de nuestros propios errores, de nuestra propia contaminación.

 

Sin embargo, muchas personas sobrevivirán a esta pandemia y ahí es donde hay un punto de quiebre para la humanidad

 

¿Qué es lo que cada uno de nosotros podemos hacer después de esta situación? ¿El planeta soportará la misma explotación?

 

Hoy en día luchamos contra un enemigo tan pequeño que no podemos verlo. Los países gastando enormidad de dinero en armamento que no sirve para defenderse de algo microscópico. Así de irónica es esta situación.

 

Vemos en diferentes partes del mundo calles completamente desiertas. ¿Quién imaginaría la Torre Eiffel desolada, las obras de los mas grandes artistas del mundo sin ser vistas?

 

Tal vez nadie lo imaginaría porque estamos sumidos en un mundo tecnológico que nos quitó un poco, o tal vez mucho, de la humanidad que nos quedaba.

 

Llegamos a un punto en el que nada nos asombraba. Ni la violencia, ni la belleza de un atardecer. Perdimos la capacidad de asombro, de relacionarnos y de amarnos. Eso ha pasado en la humanidad y la vida sigue con o sin nosotros. Asfixiamos a la madre tierra. Hoy ella nos asfixia por miles.

 

Hoy, que tienes la oportunidad de estar en tu casa (porque no todos la tienen), tienes oportunidad de hablar con tus padres, hijos, hermanos, esposa, vecinos y/o cualquier familiar, incluso jugar y divertirse en un mismo espacio, ¿qué te gustaría decirles o preguntarles?

 

¿Qué temas pendientes están en el tintero? Hoy puedes hacerlo. ¿Qué te lo impide?

 

Los cambios vienen primero de nosotros, desde adentro, después de nuestros círculos cercanos y el avance va hacia afuera, hacia la sociedad, porque todos estamos conectados como un sistema, y te puedo probar y comprobar que así es desde ti mismo, con un sencillo ejemplo.

 

Tu corazón tiene válvulas, venas, arterias, y es un músculo. Si alguna de estas partes falla, puede que en un principio no te afecte, pero con el tiempo provocará fallas en tu cuerpo

 

Así de importante somos el uno con el otro. Así de conectados estamos. Este es un momento de ver para adentro, de cambiar lo que no sirve y mejorar lo que funciona, de estrechar cercanía con los tuyos; de crear empatía con los que están más lejos de ti.

 

Hoy estás confinado a un espacio que, más que confinamiento, es un replanteamiento de ti como persona, como ser humano.

 

 ¿Cuándo dejaste de echar a volar tu imaginación? Hoy puedes agarrar un libro y hacerlo porque, si te sientes prisionero de tu casa, eres prisionero de tu mente. Ve a lugares donde nunca creíste estar, donde nunca creíste poder ver. Están en tu mente también.

 

¿Cómo te sientes de no estar atorado en el tráfico? ¿Cómo sabe la comida casera? ¿Qué nuevo aprendiste de ti? ¿Qué aprendiste de tus hijos? ¿Qué se siente no traer traje con este calor?

 

¿Ya te hartó estar en redes sociales? ¿Qué puedes hacer con esta situación que no está en tu control? ¿Qué te gustaría aprender y lo has postergado? ¿Eres feliz con quien eres? ¿Si dejas de lado tu título de licenciado o ingeniero o cualquiera que tengas, quién eres?

 

¿Tienes la capacidad de aprender nuevas cosas? ¿Eres capaz de empezar desde cero? ¿Qué le vas a aportar a la humanidad? ¿Qué te gustaría ver, oler o sentir cuando acabe esto?

 

 

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