Por Víctor de Santiago Rioja
Me parece que hay que aclarar una serie de puntos que están generando opiniones negativas y que están fuera de la realidad.
1. El Remate, desde su creación, ha sido un evento difícil de coordinar y concretar ya que para el Auditorio es un evento que, si bien representa un ingreso económico, no es comparable con otros ingresos que pueda tener y por esa razón la renta del lugar se ha incrementado paulatinamente.
2. El día de ayer se informó de forma directa que la Secretaría de Cultura, con apoyo de la CANIEM (gremio de editores) suspendía el evento en el lugar y fecha tradicional para cambiar de sede y moverlo al verano, no por capricho o por que «se perdió», debido a que el espacio en el patio del Auditorio se hace cada vez más pequeño, el Auditorio no ofrecía opciones viables para realizarlo con las mismas condiciones del año pasado y además hay una mayor demanda de espacios cuyo costo es mínimo, pero la renta del Auditorio no bajaba.
Este problema siempre ha estado ahí, no es de ahorita, en dos ocasiones se ha amenazado en suspender el evento, por lo difícil que es establecer la negociación entre ambas partes y me tocó estar desde Cultura CDMX y CANIEM, cada año se sufre lo mismo, esto iba a pasar en algún momento.
3. La reunión «improvisada» se llenó, se nos aviso desde inicio de semana como pasa con otras ferias y eventos y en este caso específico fue por la situación de «emergencia» que Secretaría y CANIEM, convocaron.
4. Será difícil que el remate regrese al Auditorio, por cuestión de espacio y no depende de la Secretaría Cultura ni de CANIEM, por ello han ofrecido encontrar un lugar más grande para realizarlo en verano, así que el concepto Remate no se acaba, solo cambia de sede y lo sabremos en 15 días aproximadamente. El fin del Remate en el Auditorio no es culpa de nadie, el Auditorio tiene sus intereses pero no tiene espacio, los editores queremos vender pero necesitamos mas espacio, así de simple.
5. El Remate ofrecía descuentos del 50% al 70% de descuento. excepto el FCE que ofrecía el 40%, desatendiendo a la convocatoria general. Sin embargo en los últimos años, varios editores se saltaban esta regla y comenzaron a dar precios con 10% únicamente, este es uno de los puntos que debe retomarse para ofrecer todos los mismos descuentos y sea, en efecto, una feria de remate.
6. Me parece que, si se hace bien, el cambio puede ser muy bueno para todos. La FILIJ ha tenido una recepción positiva en el parque bicentenario, sobre todo ofrece libros a un sector de la ciudad muy abandonado. Las opciones habladas son: El Campo Marte (en frente del Auditorio), Los Pinos (a una estación de metro), Monumento a la Revolución, pero solo son especulaciones sin sustento, lo sabremos en un par de semanas.
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