Por: J. Tonatiuh Pérez Cisneros
Foto: Eréndida Negrete
Regresamos al edificio administrativo de Delicias 67. Es una historia corta, pero no la quiero dejar pasar. Recordamos a la niña que se aparece cerca de la fuente del edificio anexo, mejor conocido como La Casona. En el mismo edificio personal de vigilancia y de limpieza reportaron haber visto algo inusual, casi siempre por las tardes.
Esa tarde una señora deambulaba por La Casona. Lo extraño que eran oficinas que se encontraban cerradas, ya que el personal de base laboraba hasta las 16:00 horas. Al notar la presencia personal de vigilancia trató de detenerla para preguntarle si buscaba a alguien en específico.
La búsqueda la iniciaron por la planta alta sin tener éxito. Lo extraño que La Casona no es tan amplia y sus áreas comunes son pasillos, un par de escaleras y las oficinas (la mayoría estaban cerradas), pero las personas que estaban con gente trabajando no vieron a la dama que vestía de blanco.
Desde la planta alta lograron ver a la dama de blanco. Bajaron por las escaleras que dan a la calle de Luis Moya. La señora de limpieza, que en esos momentos terminaba de limpiar una oficina de manera inesperada, vio pasar a la dama de blanco.
Por la posición en que se encontraba, lo único que le pudo observar fueron las piernas, pero de reojo vio que abrió una reja, la cerró, posteriormente una puerta de madera y se metió a una oficina, cosa que le pareció muy raro ya que esa área se encontraba cerrada con llave.
Segundos después el personal de vigilancia se hizo presente preguntándole a la señora de limpieza si había visto pasar a la mujer antes mencionada. Les respondió que sí, y les dijo que la observó meterse a las oficinas del fondo. De inmediato tomaron rumbo y llegaron a la reja. Para su sorpresa, la reja estaba cerrada con llave.
La señora de limpieza les dijo que ella vio como abrió la puerta, la cerró y se metió a una de las oficinas. Por más de media hora los vigilantes esperaron a que saliera, pero no tuvieron la suerte de que la dama de blanco saliera. Al día siguiente, los vigilantes, se hicieron presentes en la oficina y platicaron lo ocurrido a los trabajadores del área, pero ninguno notó nada extraño y mucho menos encontraron a una mujer vestida de blanco.
