La lucha de un pueblo contra la trasnacional de cianuro

Por Agustín Galo Samario y Martha Camacho / SomosMass99/The Exodo

San Luis de la Paz, Guanajuato.- The Chemours Company ha buscado instalar una productora de cianuro de sodio en territorio guanajuatense desde 2015. Primero en Salamanca, un municipio del corredor industrial donde la propia empresa desistió de ubicarse. Ahora pretende hacerlo en San Luis de la Paz, en la zona noreste, donde actualmente la Organización Ciudadana Ludovicense por el Derecho a Vivir en un Ambiente Sano (OCLDVAS), respaldada por otros grupos sociales de la región, mantienen un movimiento para impedir la llegada de la planta química, debido a los riesgos a la salud y al medio ambiente que representa.

“Queremos aire puro, no al cianuro”, se ha convertido en el grito de una lucha que dura ya cinco meses y que no se detendrá hasta impedir que llegue esa “fábrica de muerte”, como le llaman los ciudadanos.

En resistencia permanente han realizado marchas, mítines, reuniones de información y visitas a comunidades, cuyos habitantes sólo así se han enterado de que la empresa transnacional pretende concretar el Proyecto San Luis -como lo tiene registrado legalmente- para producir uno de los venenos más letales que existen.

Los empeños de Chemours

Luis Rebollar, presidente saliente de The Chemours Company, dijo el pasado 5 de diciembre en entrevista publicada por el diario El Universal, “que les gustaría establecerse en el Bajío, especialmente en Guanajuato, debido a que su ubicación geográfica lo posiciona cerca de las zonas de mayor producción minera en el país”.

Efectivamente, el primer municipio elegido por la empresa para instalarse se ubica en el Bajío, se trataba de Salamanca, un lugar altamente contaminado donde los grupos ambientalistas mostraron su rechazo a la planta. En mayo de 2016 The Chemours Company desistió de ubicarse en ese lugar mediante un oficio enviado a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), aunque no especificó los motivos.

 

Sin embargo, menos de tres meses después, el 1 de agosto, ya había presentado a la citada dependencia una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para construir la empresa en San Luis de la Paz. Este anuncio desató una movilización ciudadana sin precedentes en la región noreste de Guanajuato.

A la fecha el trámite en la dependencia del medio ambiente sigue su curso. En noviembre de 2016 la empresa solicitó y le fue concedida por Semarnat una ampliación de plazo para entregar documentación e información para la validación de la MIA.

Todo es política

El 1 de julio de 2015, el sitio PRNewswire dio cuenta en una nota fechada en Wilmington, Delaware, de que la compañía química global The Chemours Company, “líder en los mercados de Tecnologías de Titanio, Fluoroproductos y Soluciones Químicas”, terminó su proceso de separación de DuPont y se lanzó como una corporación independiente que desde ese mismo día empezó a cotizar en la Bolsa de Valores de Nueva York con el símbolo “CC”.

Su presidente y director ejecutivo, Mark Vergnano, le dijo a ese portal: “Pensamos en Chemours como una compañía con una historia de 200 años…Nuestros negocios son conocidos como pioneros en del desarrollo de aplicaciones y productos seguros de clase mundial. Nuestros empleados están entre los mejores de la industria, cuentan con una gran experiencia, tienen un profundo conocimiento en química y un extraordinario conocimiento de ingeniería para los más de 5.000 clientes que atendemos en todo el planeta”.

Empleados de The Chemours Company recorren desde hace un par de meses las comunidades ludovicenses ofreciendo a los habitantes aparatos electrodomésticos de regalo, así como “la garantía” de que la planta no es peligrosa, además de empleo.

Empresas y derechos humanos

Al cabo de su visita de diez días a nuestro país, el 7 de septiembre de 2016 el Grupo de Trabajo de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos dio a conocer algunas de sus conclusiones preliminares. Expresó que algunas de sus principales preocupaciones sobre violaciones de derechos humanos vinculadas a la empresa están relacionadas con un ejercicio inadecuado de debida diligencia por parte del gobierno y las empresas en el diseño e implementación de proyectos a gran escala, principalmente en los sectores de minería, energía, construcción y turismo.

Respecto de las empresas, los mismos principios señalan que “la responsabilidad de respetar los derechos humanos constituye una norma de conducta mundial aplicable a todas las empresas, dondequiera que operen.

Guanajuato, situado en el centro del país, ha captado gran parte de las inversiones del boom automotriz registrado en los últimos diez años y es un estado con una larga tradición minera donde empresas extranjeras se han hecho de las minas más importantes, lo mismo que en entidades vecinas como San Luis Potosí, Aguascalientes, Michoacán, Jalisco y aun Querétaro.

La Dirección General de Salud Pública de la Región de Murcia, España, tiene desde 2008 al cianuro de sodio como “peligroso para el medio ambiente” y de “riesgo químico-accidentes graves”. Lo clasifica con una R 26/27/28-32-50/53, que a la letra dice: “Muy tóxico por inhalación, por ingestión y en contacto con la piel. En contacto con ácidos libera gases muy tóxicos”.

En una misiva la Organización Ciudadana Ludovicense por el Derecho a Vivir en un Ambiente Sano (OCLDVAS) le explicó al gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez, para ser autorizada la solicitud DGIRA/038/16, The Chemours Company requería presentar una Manifestación de Impacto Ambiental distinta a la que presentó ante la Semarnat para una planta del tipo que pretende instalar en San Luis de la Paz.

Por ejemplo, que tuviera modalidad regional y que, precisamente, tomara en cuenta que “el cianuro es una sustancia química altamente tóxica que está clasificada como uno de los principales contaminantes, (que) puede tener un impacto catastrófico e irreversible en la salud humana y el medio ambiente”.

Además, considerar “los elementos sociales y de vida silvestre en al menos 25 kilómetros a la redonda del sitio de desarrollo del proyecto”, zona en la que “habitan al menos 20 especies consideradas en Protección Especial, 11 Amenazadas y 1 en Peligro de Extinción, entre las más notables se encuentran el Águila Real, la ruta de la mariposa monarca y a 7 kilómetros del sitio seleccionado se encuentra la única población conocida de la biznaga ‘pelota de golf’, especie en ese municipio y considerada en peligro de extinción.

Compra de voluntades y falta de información

Timoteo Villa, ex alcalde ludovicense y actual diputado federal, dice que no quiere que San Luis de la Paz se convierta en “el patio de basura” de empresas contaminantes. Porque para empezar, la manifestación de impacto ambiental que The Chemours Company entregó a la Semarnat es una copia mal hecha de la que antes presentó para Salamanca, lo que habla de su “falta de seriedad”.

 

“Lo que te podemos decir es que de las autoridades no hemos recibido información. Todos los comentarios, observaciones, que hemos aportado ante la propia Semarnat han sido producto de la investigación que varios de los integrantes de esta organización han realizado a partir de la Manifestación de Impacto Ambiental”, señalaron algunos integrantes de la OCLDVAS. Timoteo Villa lo resume así: “Lo que falta es un liderazgo por parte del delegado” de la Semarnat.

 

Tomar la calle

Los ludovicenses, sin embargo, empezaron a mostrar su repudio prácticamente desde que en agosto de 2016 se enteraron que The Chemours Company quería construir en San Luis de la Paz su fábrica de cianuro de sodio. Se organizaron rápidamente y para el domingo 11 de septiembre cientos de manifestantes marcharon por las calles del municipio contra la planta química.

 

La convocatoria lanzada por Ciudadanos Ludovicenses por el Derecho a Vivir en un Ambiente Sano y la Coalición en Defensa de la Cuenca de la Independencia, que reúne a una docena de organizaciones civiles de siete municipios del norte y noreste de Guanajuato, tuvo una gran acogida. Integrantes del Observatorio Ciudadano Biosfera de Salamanca también se unieron a la protesta y compartieron sus experiencias de cuando lograron que se cancelara el proyecto.

Cara a cara

La explosión de inconformidad fue tal que obligaron a la Semarnat a que organizara para el miércoles 14 de septiembre la audiencia pública para que los representantes de The Chemours Company expusieran sus planes a los ciudadanos y organizaciones, y éstos plantearan dudas y propuestas por la empresa acudieron una decena de directivos.

A los representantes de The Chemours Company se los dijeron de todas las formas posibles: “No los queremos aquí”; “si dicen que la fábrica de cianuro no contamina por qué no se van a su país”; “nuestros antepasados chichimecas son una etnia que nunca se rindió a los conquistadores”; “ya tenemos muchos problemas de contaminación en la región, hay muertes por insuficiencia renal, por fluorosis esquelética”.

Foros de información ciudadana: El impacto a la ecología

Convocados por la OCLDVAS a través de Imelda Hernández, expertos en medio ambiente, salud, ecología y minería se han reunido en varias ocasiones para informar a la población sobre los riesgos que conlleva la instalación de una planta como la que pretende The Chemours Company.

 

Sobre Cianuro y salud, el médico Walter Antonio Félix Perea explicó cómo actúa el cianuro de sodio en el cuerpo y cómo, una vez hecho contacto, “no alcanzas ni subirlo a la ambulancia”.

Debajo de un pirul, las comunidades se organizan

La zona donde Chemours pretende instalar la fábrica de cianuro de sodio se ubica en un predio de 23.54 hectáreas de las cuales se emplearían 14, pero sólo para el desarrollo del proyecto. El lugar se llama Santa Ana y Lobos, casi a pie de la carretera 57 en su tramo San Luis de la Paz-Querétaro. La afectación directa es para al menos una docena de poblados.

 

Precisamente en ese sitio tuvo lugar el primer encuentro de comunidades para conocer y organizarse en la defensa de su territorio.

“Soy una persona que entiende que hay que defender la vida y voy a llevar el mensaje a mi comunidad. Esa fábrica no se va a asentar aquí” y “no, no, no”, es el grito que se eleva ahí, debajo del pirul que cobija la asamblea de comunidades, organizaciones sociales y de la pastoral social y pastoral campesina de la Diócesis de Celaya. Mientras, el viento mueve ligeramente las flores que adornan la capilla de Santa Ana y Lobos.

Fue don Herminio, un campesino de avanzada edad, quien selló la reunión con un contundente mensaje: “Dios me dé vida porque quien intente poner la primera piedra a ver si lo logra”. www.theexodo.com www.somosmas99.com.mx

 

Related posts