Por Noel García Pedraza*
Discurso que pronunció el 30 de marzo de 1936 el General Lázaro Cárdenas:
“Es mentira que la enseñanza socialista sea agente de disolución de los hogares y mentira también que ella pervierta a los hijos y los aparte de los padres. La educación socialista prepara al niño para que sepa cumplir, cuando hombre, con sus deberes de solidaridad dentro de una espíritu fraternal para sus compañeros de clase. La Escuela Socialista hará hombres más fuertes, más conscientes de sus responsabilidades y más dotados para actuar dentro de una organización social justa y un medio económico de acelerada evolución. Por lo demás, ni el gobierno ni los maestros socialistas se ocupan de atacar las creencias religiosas”.
La educación en México hoy está colgando de los hilos de este discurso de lo que fue una de las reformas educativas más grandes y mejores que ha tenido el país.
La educción en México se sostiene de las cenizas de la educación cardenista pues poco a poco y muchas veces bajo interés personales, con el fin de actualizar, modernizar y tener una educación de calidad se ha ido modificando los planes y programas académicos de todos los niveles.
Principalmente se ha perdido la ética y los valores, que nos conducían a formar buenos ciudadanos, hombres de bien, de respeto y disciplinados. Una educación que combatía los vicios y los perjuicios, que despertaba conciencias. Al igual se han igual se han ido modificando los conocimientos generales y técnicos con el pretextos de la TICs y la globalización (que no está mal en el hecho pero si en las formas y los objetivo).
Hoy nuestros candidatos presidenciales no han tocado profundizado el tema, no le han dado el respeto y la importancia que la educación se merece. Hemos escuchado propuestas como son la creación de universidades, la implementación de becas y descuentos en el trasporte público, la capacitación los profesores. Cosas que ya existen que no se han ampliado o implantado correctamente.
Pero a mi consideración así no se resuelve el problema de la de educación en México. Para que crear más universidades si no pueden administrar las que ya se tienen, o multiplicar el número de matrícula en universidades ¿y después a donde van a meter a tanto egresado universitario, si hoy ya no saben qué hacer con los que tienen? Las becas que ya existen son insuficientes, complicadas de tramitar y sobre todo no cubren ni la mitad de los costos del estudiante para el periodo determinado.
Pero el problema de la educación radica en el analfabetismo que aún no se ha lo grado radicar el pues más del 8.35% de la población de 6 a14 años aún no sabe leer y escribir y poco más de 5.48% de la población mayor de 15 años es analfabeta.
Esto es solo el analfabetismos del Siglo XX, y ahora hay que agregarle el analfabetismo del Siglo XXI, que ya no solo re refiere a las personas que no saben leer y escribir, si también a las personas que no entienden lo que leen, que no saben redactar y que no saben utilizar las nuevas tecnologías de la información.
Esto ya no solo es un problema de la educación básica sino de también de la educación media y superior, puesto que hoy hay jóvenes con características estos niveles educativos, el cual se vio en los resultados del examen del COMIPEMS 2017 en el cual hubo 11 mil 51 aspirantes no asignados.
Lo anterior se fue marcado como un error de sistema y no un error educativo. Para mí fue un error educativo y no de sistema donde el gobierno tuvo asignar a las aspirantes aunque no cumplieran con las características específicas pues sería más grave el costo político de dejarlos en las calles sin escuela.
Hoy de nada sirve tener egresados universitarios si se tiene un mercado muy precario, de nada sirve crear escuelas si los programas, no educan, no enseñan, de nada sirven las reformas educativas si no puedes dar una cobertura de educación nacional y cerrar la brecha e igualar la educación rural con la urbana, la pública con la privada.
Hoy solo un candidato ha tocado el tema educativo de manera seria pero con poco interés promoviendo de regreso la educación militar preparación más seria y de respeto al maestro, que aunque suena muy bien su propuesta es una lástima que sea el último en el puntero.
No quiero decir que la educación de hoy sea tan mala pero si se requiere mejorar el sistema, retomando parte de lo que ha funcionado anteriormente, reconstruyendo y trabajando con lo que ya se tiene con una visión real a las necesidades condiciones de la sociedad.
Sin importar quien sea el próximo presidente de México esperamos que tenga en cuenta en su agenda una verdadera reforma educativa como aquella que alguna vez llevo a México a un desarrollo económico más próspero.
*Economista