Por Argel Jiménez González
La mañana del martes 11 de febrero ya tiene un sol que quema la piel, a pesar de que son las 9:50. La salida del Metro Zócalo, que da a la Catedral, luce casi semivacía.
La mañanera de Palacio Nacional de seguro ya terminó. Afuera, un grupo de turistas rubios se dirigen a lo que queda de lo que fue el majestuoso Templo Mayor.
Para no perderse, el nutrido grupo de canadienses de la tercera edad, jubilados seguramente, y alguna que otra mujer de treinta años, siguen a uno de sus paisanos que carga un palo flexible que, en lo alto, porta una bandera de la hoja de maple, la cual ondea con el poco aire que hay.
Los turistas, con cámara fotográfica en mano, sacan fotos de una de las fuentes de la Catedral que está a un costado del Templo Mayor. Otro grupo se separa del más numeroso y se arremolina frente a la maqueta a escala que se encuentra en ese lugar. El guía de turistas batalla para mantener al grupo junto y poder dar la explicación en francés.
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La hora apremia y es preciso llegar al anfiteatro Simón Bolívar, enclavado en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, que está vez convoca al Foro Nacional: “Naturaleza, derechos indígenas y soberanía nacional en el Istmo de Tehuantepec”, con ponentes de primera línea que estarán a lo largo del día exponiendo las problemáticas que suscitará dicho megaproyecto.
El primero en hablar es el doctor Víctor Toledo, titular de la Semarnat, quien agradece la invitación y celebra que se haga este tipo de eventos.
Su intervención comienza con una radiografía de lo que es hoy el país, con un “gobierno diferente”, emanado de una elección de 30 millones de votos. Un gobierno que se denomina “antineoliberal” y “de izquierda”.
Menciona que desde hace 40 años se pone en duda las tesis principales del mundo moderno, donde hay una explotación de recursos naturales y del trabajo por parte del 1% de la población, que se representan en bancos y corporativos, poniendo en peligro 300 mil años de civilización de la especie humana.
Llama a que los movimientos sociales y los gobiernos no comentan los mismos errores que los de América Latina, en años donde presidentes progresistas gobernaron.
Comenta que la Semarnat identifica las resistencias reales y busca abrir el debate, dejando de lado el “negacionismo simple” que provoca la oposición a los megaproyectos.
Con categoría y sin más ánimo de dejar dudas, dice que “los proyectos van” (el Tren Interoceánico y el Maya), pero aclara que se tiene que nutrir con otras visiones, y remata su discurso argumentando que las consultas que se realizaron fueron legítimas, lo que provoca malestar en el público ahí presente. Unos le recuerdan a gritos que la consulta no fue realizada bajo los parámetros que demanda la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Se presenta una confrontación directa pero respetuosa, que termina por exasperar al máximo representante de la Semarnat, por lo que éste se dirige a la moderadora, insinuándole que le están “atacando”. Ella no se inmuta ante el reclamo y al académico no le queda más que seguir con su discurso, que apresura.
Finaliza diciendo que no quieren que sea un proyecto como el de Cancún y por ello buscan el respeto a la biodiversidad, a la economía social y solidaria, al turismo alternativo y la autosuficiencia energética.
Toca el turno al antropólogo Miguel Ángel García. Deja en claro que desde 1997, con Ernesto Zedillo, se trató de hipotecar la “cintura del país” para hacer el proyecto del Tren Interoceánico.
Cuestiona que se diga que la 4T sea un proyecto antinoeliberal, ya que desde el 2006 Andrés Manuel López Obrador tenía contemplado promover ese tren. En pocas palabras, para el investigador es el “muro sin tabiques” para detener la migración centroamericana.
Invita a que en este momento, por medio de dos videos, se vean las dos visiones sobre el mismo proyecto, el gubernamental, que se titula “El gran proyecto de desarrollo del Istmo de Tehuantepec Corredor Interoceánico de México”, que resulta una oda al capitalismo depredador y que quizá hizo alguno de los empresarios de derecha que acompañan al presidente actual, en el cual se muestran las bondades de dicha interconexión oceánica.
Mientras el video gubernamental es pasado, el doctor Víctor Toledo, que realiza estudios interdisciplinarios, tales como el estudio integrado de la diversidad biológica y la diversidad cultural; creador de una nueva área interdisciplinaria llamada etnoecología, y que ha teorizado sobre el metabolismo social con énfasis a la regiones rurales, huye del anfiteatro Simón Bolívar sin esperarse a la cortísima sesión de preguntas y respuestas que se tenían previstas por parte de los organizadores con el público y la prensa.
El otro video, “En la cintura del país: derecho de réplica, hablan los pueblos”, de Gloria Muñoz Ramírez, se contrasta con la visión primera. En este video se puede ver cómo es la vida cotidiana de los habitantes de la región, y en donde deja en claro que darán la lucha para preservar su modo de vida actual.
En la intervención del doctor Gilberto López y Rivas, vía telefónica, deja en claro también que es un proyecto “desarrollista y extractivista”.
Al tener el megaproyecto una visión del decimonónico tratado Maclane-Ocampo, que llevaría beneficios para la región estadounidense, por lo que está zona sería totalmente protegida para sus intereses y militarizada, por la vía legal, que no legitima por parte de la Guardia Nacional, que sería utilizada cuando haya resistencias a estos megaproyectos y no para dar seguridad a los intereses nacionales.
Otra forma de control que se seguirá usando es la del crimen organizado, aliado con los grandes corporativos, que en una alianza clara y explícita, seguirán la misma táctica de los sexenios del PRI y PAN.
En el turno de la doctora Ana Ceceña, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, pide que se vea la cuestión del Tren Interoceánico como parte de la lucha por la hegemonía mundial entre China y Estados Unidos, siendo este no un “problema” de la 4T.
Ella ve el Tren Maya y el Tren Transístmico como un solo proyecto, en el cual se podrán extraer y transportar recursos naturales nacionales. También serviría esta zona como receptáculo de los migrantes con trabajo precario al querer imponer una zona industrial, que beneficie principalmente al mercado interno y externo de EU.
Añade que lo busca EU con este tren, es armar un complejo escudo protector a su comercio, en el que se verían incluidas todas las islas caribeñas, Venezuela y Colombia, y así impedir que China se siga extendiendo en su Ruta de la Seda, ya que ellos también desean el paso interoceánico de México. Con esto quedarían protegidos y en sus dominios los dos pasos Interoceánicos el del Istmo y el del canal de Panamá.
En la intervención del doctor Enrique Leff Zimermann, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, plantea que la humanidad se encuentra en una crisis civilizatoria, debido a la apropiación del planeta por parte del capitalismo. Pugna porque se debe revitalizar a este país, uno de los más desiguales del planeta.
Deja en claro que los únicos que pueden detener estos megaproyectos son los de abajo, que poco pueden hacer los académicos dando conferencias. Recalca que estos momentos históricos que nos tocó vivir, no son cualquier cosa, y pugna porque se le dé un giro a la manera de habitar el planeta.
Dejando en claro que el derecho a la existencia no es una cosa que se haga en privado, sino que es un menester que se deben de dar las comunidades que habitan esos territorios, ya que el derecho a la existencia es el mayor derecho humano.
Remarca que el desafío de la humanidad es sacar a la misma de la dinámica, donde el dinero es lo más importante, dejando afuera los flujos de la vida (natural y humana) y que abre paso a la del comercio.
En la que resulta ser una de las intervenciones más emotivas, por poner a reflexionar a los presentes en cuestiones de la existencia humana, cierra con dos ideas a pensar:
–Se le daría una bocanada de aire a las vías férreas del capitalismo si se logra concretar los dos megaproyectos férreos.
–E invita a repensar como debemos de refundar la vida en el territorio mexicano.
Termina la mesa cuatro de cinco que estaban planteadas y es hora de marchar.
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El área de prensa del foro organizado quedó con los medios de comunicación que mandaría por correo electrónico la “Declaración Final” del dicho foro, la cual hasta el domingo 16 de febrero no había llegado a Reversos.
Hay que mencionar que el formato utilizado no fue el más adecuado, ya que cada ponente tenía solamente diez minutos de exposición, por lo cual quedaron muchas cosas sin una explicación amplia.
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El 23 enero de este año, en el mismo anfiteatro Simón Bolívar tuvo lugar un evento organizado por la Cámara de Diputados para la presentación del libro Regeneración, de una edición facsimilar del periódico de los hermanos Flores Magón.
En ella estuvieron como ponentes la doctora en Historia Anna Ribera Carbó; el editor del libro, Diego Flores Magón; el líder de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, Mario Delgado; Beatriz Gutiérrez Muller, coordinadora Nacional de Memoria Histórica y Cultural de México, e Hirepan Maya Martínez, presidente del Consejo Editorial de la Cámara de Diputados.
Ante un público dividido entre la izquierda electoral (Morena) y las diferentes izquierdas sociales (colectivos de anarquistas, zapatistas, indígenas y demás vertientes).
Se suscitaron reclamos a una clase política de izquierda que está en el poder, principalmente cuando tomó la palabra Mario Delgado. Los gritos de “¡Viva el Consejo Nacional Indígena!” “¡Viva el EZLN!” “¡No al Tren Maya!” “¡Vete a atender al ISSSTE!” (En clara alusión al chequeo médico que se fue hacer a un hospital privado), hicieron que los ánimos se encendieran, a lo que el diputado hizo caso omiso hasta terminar su discurso.
En su intervención, la académica Beatriz Gutiérrez minimizó el caso de la consulta médica cuestionada, pero ignoró los gritos en referencia a la construcción del Tren Maya.
En los dos eventos realizados en el Anfiteatro Simón Bolívar, como en otros ámbitos de la vida pública, quedaron plasmadas la falta de dialogo que hay entre los diferentes movimientos sociales que hay en el país y un “gobierno de izquierda”, que se dice emanado de un Movimiento de Regeneración Nacional.
La falta de diálogo por la arrogancia que producen 30 millones de votos, puede ser la tumba política para el gobierno de AMLO, ya que hay comunidades que piensan y viven enarbolando la premisa de que ¡otro mundo es posible!