Juan Alberto Vázquez presenta su nuevo libro, Los padrotes de Tlaxcala

Por Anahí García Jáquez

El periodista Juan Alberto Vázquez* presentará esta semana su nuevo libro Los padrotes de Tlaxcala. Esclavitud sexual en Nueva York, bajo el sello de Penguin Random House-Aguilar. 

El autor de la polémica investigación NXIVM. La Secta que Sedujo al Poder en México (Grijalbo, 2020) sostuvo una entrevista exclusiva con Reversos para hablar de su más reciente publicación editorial.

P: ¿Cómo surgió el deseo de hacer este libro?

R: En enero del 2019 estaba cubriendo el juicio en contra de Joaquín El

Chapo Guzmán en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, ubicada

en Brooklyn, cuando de la oficina de prensa de la Corte se nos extendió a los

reporteros una invitación para acudir a una audiencia donde se sentenciarían

a un grupo de proxenetas mexicanos.

Al acudir a dicha audiencia me entero de muchos más casos de ciudadanos

mexicanos que habían sido o estaban siendo juzgados por el mismo delito de

cruzar a los Estados Unidos de manera ilegal a mexicanas vulnerables para

explotarlas sexualmente en Nueva York, en Georgia, California y Texas, entre

algunos otros estados 

Ahí es donde me doy cuenta de que tengo una historia más amplia que contar, y es cuando me arranco con la investigación.

P: ¿Cómo fue el proceso de investigación?

R: De inicio me doy cuenta de que la historia de los padrotes de San Miguel

Tenancingo, Tlaxcala, ya ha sido contada a lo largo de los últimos 20 años. 

Así que, buscando darle el enfoque desde los procesos que se llevan a cabo en

Nueva York, es cuando me doy a la tarea de buscar a víctimas y a proxenetas,

a contactar a activistas y a recrear toda la historia desde el punto de vista de

las investigaciones en Estados Unidos. 

En charlas por Zoom, entrevisté desde Nueva York a muchos personajes en México para que me permitiera explicar mejor el fenómeno. De ese modo contaba la historia como se mira en documentos judiciales, con testimonios en México y Estados Unidos, y también realizando crónicas desde el barrio de Queens, Nueva York,en donde generalmente viven y desde donde son explotadas estas mujeres.

P: ¿Cuántas personas forman parte de una red de trata y prostitución? Lo digo porque es difícil creer que solamente sean las familias, vaya, tiene que haber gente externa que facilita el proceso tanto dentro como fuera de México para mover a las mujeres que han caído ya en las redes de los traficantes.

R: Hasta donde investigué, inicialmente elementos de corporaciones policiacas

o funcionarios de los municipios al sur de Tlaxcala, donde más ha florecido el

fenómeno, dejan a los proxenetas operar, sea por colusión, amenazas o

normalización del fenómeno. 

En Estados Unidos los proxenetas trabajan de la mano de los choferes que forman parte de la red criminal que se llevan la mitad de las ganancias ya que ellos son los que van a repartir a las jóvenes con quienes las solicitan. Los choferes son los dueños de las agendas de clientes y tienen los contactos con dueños de burdeles en ciudades fuera de Nueva York a donde se llevan a las chicas a “trabajar”, e increíblemente nunca se les procesaba. 

Apenas este año hay una investigación en curso sobre una nueva organización de proxenetas mexicanos que comparten responsabilidad con los choferes a los que al fin se les comienza a perseguir.

P: ¿Por qué hay mujeres que se convierten en victimarias de otras mujeres?, me refiero a las que forman parte de las redes de trata.

R: Muchas veces son las hermanas o madres de los proxenetas quienes participan en la cooptación o entrenamiento de las mujeres que son cooptadas. 

Las madres las hacen caer en el engaño de que su hijo es una buena persona y de que al vivir con él obtendrá beneficios. Una vez que las víctimas ya han recibido la noticia de que se deberán prostituir, en ocasiones son las hermanas quienes las entrenan en cuestiones de cómo poner un condón o realizar sexo oral. 

En esta labor, también en ocasiones, participan otras víctimas que ya están siendo explotadas y que tienen un poco más de experiencia. ¿Por qué lo hacen? Supongo que lo ven como algo normal o como un negocio familiar y, sobre todo, su ignorancia no les permite ver que lo que están haciendo es un delito que conlleva muchas violaciones a la ley en ambos países.

P: ¿Cuál sería, a grandes rasgos, el perfil de un padrote?

R: Son jóvenes sin estudios, que en la mayoría de los casos igualmente vienen

de realizar trabajos precarios y que, al ver el presunto “éxito” económico que han tenido otros padrotes, se entrenan ellos también para realizar esta actividad criminal. 

Casi sin darse cuenta, aprenden cómo conquistar, secuestrar y convencer a una mujer vulnerable de que se prostituya, todo para su beneficio.

En su conversión se vuelven psicópatas que dejan de sentir empatía alguna y

cuya única finalidad son las ganancias económicas a costa de la seguridad y la

vida de una mujer.

P: ¿Cómo ha sido el trabajo conjunto entre México y Estados Unidos para el combate contra la trata de mujeres?

P: Sí hay una coordinación permanente y la muestra son las mismas

detenciones de proxenetas mexicanos que son requeridos por las autoridades

en alguna corte de los Estados Unidos. 

Pero igualmente hay disparidad en cuanto a los recursos invertidos por ambas fiscalías, ya que mientras en los Estados Unidos existe una unidad activa en contra de la trata, en México no hay una consigna, determinación, pero sobre todo recursos para enfrentar al flagelo. 

Creo que en la medida de que haya un mayor compromiso tanto institucional como personal del Estado mexicano se tendrá un mejor acceso a la justicia en el caso de las mujeres que son raptadas y explotadas. Pero de momento, los criminales van ganando la batalla.

P: ¿Qué es más fácil de atender o resolver, la causa (el origen del problema) o el efecto (las consecuencias que vienen)?

R: Ignoro que sea más fácil, pero son dos asuntos que se deben atender de

manera simultánea. 

Por ejemplo, los primeros proxenetas que se decantaron por esta actividad citan a la pobreza y la falta de oportunidades laborales en el sur de Tlaxcala como el detonante para haber elegido esta actividad. 

Generar polos de desarrollo en la zona por lo menos despojaría a estas familias el pretexto de la falta de oportunidades. Y, por el otro, es una obligación del

Estado mexicano, primero, perseguir y encerrar a los explotadores, pero sobre

todo atender a las víctimas, instalar refugios donde se les brinde atención psicológica y educación, entre otras cosas.

P: ¿Realmente se logra una reinserción social de las víctimas de trata que

logran escapar y sobrevivir?

R: En muy pocos casos sucede eso, pero sí se consigue. A algunas les toma cinco años y a otras 20. Hay casos como el de Karla Jacinto, Karola de la Cuesta y Guadalupe Carrasco que, además de sobrevivientes, son activistas al grado de que la última es la Presidenta Nacional de la Comisión Unidos Contra la Trata y De la Cuesta Presidenta Internacional de la misma organización. 

Pero ahí afuera andan cientos de mujeres más que no tuvieron la misma oportunidad y que simplemente viven lamentando aquella trágica noche en

que se toparon con un explotador que comenzó a tender su red para convencerla, primero, de ser su pareja, para después terminar explotándola

sexualmente.

Es por eso que los gobiernos de ambos países tienen la obligación de rescatar

a esas mujeres y brindarles lo que necesiten para su real reinserción social.

Pero lo que vemos es que en ocasiones las utilizan como testigos en los procesos contra de sus explotadores, pero luego las olvidan y mantiene expectantes con promesas de pagos de restitución que nunca llegan.

*Juan Alberto Vázquez (Ciudad de México, 1965) estudió Filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Comunicación Social en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). A partir de 1997 comenzó su carrera como periodista y desde 2017 vive en Nueva York, donde se ha especializado en cubrir juicios como los de Joaquín El Chapo Guzmán, Keith Raniere y Genaro García Luna, cuyos pormenores reporta a medios electrónicos e impresos de México, Colombia y Estados Unidos. Es también autor de NXIVM. La Secta que Sedujo al Poder en México (Grijalbo, 2020) y ahora regresa con esta nueva investigación sobre la cual ha indagado desde 2019. 

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