Foto: Edgar López (Archivo)
Como si fuera una consiga oficial, las dos principales organizaciones defensoras de derechos de periodistas que operan en México, como son Reporteros Sin Fronteras y Artículo 19, no solo no han emitido una postura oficial, sino que no han querido conocer del asesinato de dos trabajadores de la información que se han registrado en el arranque de este año en los estados de Chiapas y Michoacán.
Aún no termina la primera semana de enero del 2020, y ya se registraron dos asesinatos de igual número de trabajadores de la información: Álvaro Ruiz, en Chiapas, y Fidel Ávila, en Michoacán. La única organización defensora de derechos de periodistas que ha dado seguimiento a estos dos asesinatos es la Asociación Mexicana de Periodistas Desplazados y Agredidos (AMPDA), que encabezan Gildo Garza y Omar Bello Pineda.
Los dos comunicadores asesinados, eran colaboradores del periodismo. Ambos eran gerentes de estaciones de radio y realizaban labores de locución y edición de noticieros; Álvaro Ruiz trabajaba para de la estación de Frecuencia V Norte Radio Pichucalco 102.1 FM, del sistema Chiapaneco de Radio, Televisión y Cinematografía, en tanto que Fidel Ávila era trabajador de la estación la Ke Buena con frecuencia 95.5 FM de Huetamo, Michoacán.
Según fuentes de la Fiscalía General del Estado de Chiapas, el cuerpo de Álvaro Ruiz fue encontrado la mañana del pasado domingo 5 de enero, en el interior de su domicilio, en el fraccionamiento Santo Domingo de Pichucalco, al norte de Chiapas. El cuerpo del comunicador presentaba una lesión en la cabeza y al menos dos lesiones de arma punzocortante a la altura del pecho, del lado izquierdo.
Por su parte el cuerpo de Fidel Ávila, fue localizado durante la mañana de este miércoles, en el interior de un vehículo, sobre una brecha cerca de la carretera San Lucas-Huetamo, en las inmediaciones de la comunidad de El Tamarindo, en Michoacán. El cuerpo de Fidel Ávila se encontraba en avanzado estado de descomposición, siendo reconocido por su vestimenta y el análisis de ADN que le practicaron en la Fiscalía General de Justicia del Estado de Michoacán.
De acuerdo a fuentes de la fiscalía michoacana, Fidel Ávila Gómez pudo haber sido ejecutado de al menos dos disparos de arma de fuego, cuyos rastros se localizaron a la altura de la cabeza y el pecho; el cuerpo se encontraba maniatado, por lo que no se descarta la tortura por parte de su o sus victimarios, antes de su ejecución.
Cabe señalar que Fidel Ávila se encontraba desaparecido desde el pasado 29 de noviembre de 2018, cuando se perdió su rastro en el municipio de Altamirano, Guerrero -limítrofe con Huetamo, Michoacán-, a donde el comunicador acudió a fin de dar cobertura a los suceso de la Expo Feria Cultural y Ganadera de esa localidad.
Tanto Álvaro Ruiz como Fidel Ávila, no solo realizaban labores administrativas al frente de las estaciones de radio y ejercían las labores de locutor, también hacían funciones dentro de la programación informativa y eran responsables directos de los contenidos de noticas y sucesos que se emitían a través de las frecuencias locales de radio.
El asesinato de Álvaro Ruiz, es el tercero de un comunicador que se registra en Chiapas, desde el 2018, luego de las ejecuciones de los periodistas Mario Leonel Gómez Sánchez, ocurrido en Yajalón, el 21 de agosto del 2018, y de Sergio Martínez González, registrado en Cacahoatán, el 3 de octubre de ese mismo año.
Por su parte, el homicidio de Fidel Ávila, es el segundo que ocurre en Michoacán en los últimos tres años, luego del secuestro, desaparición y ejecución de Salvador Adame Pardo, registrado en el municipio de Nueva Italia, el 26 de junio del 2017, cuya ejecución también se atribuye a la ola violencia que ha generado la disputa del territorio por parte de los carteles de las drogas La Familia Michoacana y el Cartel Jalisco Nueva Generación.
Frente a estos dos asesinatos, la AMPDA emitió una enérgica postura para exigir al gobierno federal el diseño de mejores políticas públicas que garanticen la seguridad de todos los comunicadores, principalmente de aquellos que se encuentran en áreas de conflictos entre los carteles de las drogas, reclamo que también va en el sentido de una rápida investigación sobre estos hechos a fin de que se dé con los asesinos de estos dos comunicadores.
Por su parte, en el caso de Fidel Ávila, la Asociación Michoacana de Periodistas A.C. (AMIPAC), que encabeza el periodista Álvaro García Pineda, tras lamentar “profundamente la muerte del periodista, conductor y gerente de la estación de Radio ‘La Ke Buena’”, exigió que las autoridades correspondientes pongan alto a los atentados contra comunicadores en esta entidad.
Llama la atención que frente a estos dos asesinatos, las organizaciones Reporteros Sin Fronteras y Artículo 19, simplemente han dejado pasar los suceso, sin manifestar una postura de rechazo por la violencia contra la prensa que no cesa; en el 2018 estas dos organizaciones solo reclamaron el esclarecimiento de siete asesinatos de periodistas, aun cuando se registraron 13 en todo el año.