Por Priscila Alvarado
Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Gobierno de la Ciudad de México, ataviados con uniformes oficiales o vestidos de civil, realizaron “detenciones arbitrarias” y “excesos policiacos” en la manifestación del miércoles que conmemoró los 51 años de la masacre del 2 de octubre de 1968.
Sin definir aún por parte de la Jefatura de Gobierno de la CDMX a qué corporaciones pertenecían estos elementos que participaron en la movilización, que actuaron como “grupos de choque”, distintos jóvenes estudiantes de universidades y preparatorias públicas se encuentran hospitalizados o en calidad de “desaparecidos” desde la tarde del miércoles.
Es el caso de Jorge Pérez Iglesias, de 17 años de edad, quien se organizó con el contingente de la Preparatoria 2, de la UNAM, para manifestarse en el acto conmemorativo y reivindicativo de la matanza en la Plaza de la Tres Culturas, hace 51 años.
El menor de edad partió con el grupo de estudiantes rumbo al Zócalo a las cuatro de la tarde. Minutos más tarde, cuando arribaba a la intersección de Isabel la Católica y 5 de Mayo, fue detenido y amenazado por elementos de la Policía de la CDMX, colocados como “medida de seguridad” por la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum.
A Pérez Iglesias también le sustrajeron sus pertenencias materiales –como el teléfono celular– e, incluso, lo agredieron físicamente hasta llevarlo a un estado delicado de salud.
Jorge fue trasladado al Hospital General Balbuena. Llegó en estado de emergencia. Los médicos lograron estabilizarlo y se encuentra en recuperación.
Sin embargo, las autoridades no se han manifestado al respecto, aun cuando familiares y amigos del estudiante han solicitado que se investigue el hecho, con el fin de obtener justicia.
Piden, entre otras cosas, que los “violentadores sean amonestados y se aclaren los motivos de la agresión”.
Hace cinco meses, el 28 de abril, Sheinbaum Pardo admitió que “venimos cargando con falta de capacitación” entre elementos de la policía, que carecen de conocimiento de protocolos de actuación en casos de emergencia.
Incluso, puntualizó, “son varios temas pero uno de los más importantes es el uso de la fuerza, cómo se hace detener a una persona, si se actúa solo, cómo llamar a otras personas, es algo que venimos cargando de falta de capacitación, aunque no todos, hay que decir”.
Es decir, los elementos están capacitados para actuar con violencia, más allá de la integridad o los protocolos establecidos como legales ante una detención.
En un intento para solucionar el problema de la violencia sistémica, Sheinbaum inauguró, el 15 de julio, un programa de formación en derechos humanos para la preparación de elementos de seguridad.
De hecho, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCDMX) firmó un convenio de colaboración con la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México (SECTEI), con dicho propósito. Hasta el momento, aseguró la ombudsperson capitalina, Nashieli Ramírez Hernández, el organismo ha capacitado a más de 240 personas.
Sin embargo, una multiplicidad de usuarios en redes sociales denunció agresiones, vejaciones y detenciones arbitrarias por parte de elementos de seguridad durante la manifestación del 2 de octubre de este año.
Muchos que, aseguran ser integrantes de contingentes estudiantiles, iban disfrazados como civiles pero colaboraban con los uniformados para golpear, alterar y desorientar a los manifestantes –principalmente el llamado “bloque negro”, grupos estudiantiles y comitivas de jóvenes autodenominados anarquistas.
Hasta la mañana de este jueves, de acuerdo con información de la estudiante Lia Sánchez, Jorge estaba siendo atendido para una suturación craneal. “No tiene fracturas, ni daños a órganos internos, ni neurológicas, sin embargo, estará en continua revisión por las lesiones craneales”.
“Responsabilizamos al Gobierno de la Ciudad de México de las consecuencias de los golpes a nuestro compañero Jorge Pérez Iglesias, de quinto de Prepa 2”, escribieron en redes sociales los compañeros de Jorge.
Jorge aparece en un video, difundido por sus compañeros, sangrando de la cabeza, dentro de la patrulla MX-900-R1. En el material audiovisual el menor denuncia que no quieren recibirle su carnet y señala a un compañero suyo de la UACM-Centro que, recostado sobre el piso de la camioneta oficial, tiembla con el cuerpo ensangrentado.
En el video se escucha la voz de una estudiante que le pregunta su nombre al estudiante de la UACM. “Me dicen El Cobras”, alcanza a responder con el rostro desorientado y el cuerpo raquítico.