Por Silvio Harrison
Los Juegos Olímpicos terminaron, muchas medallas se repartieron, fue Estados Unidos quien acaparó los metales dorados (46) y sumó en total 121, seguido por Gran Bretaña con 67 (27 de oro), mientras la delegación mexicana, la cual despertó hasta el último momento quedó en el lugar 61 con tres platas y dos de bronce, cinco en total.
Mucho se ha dicho en redes y medios nacionales, que esta es la peor participación de México en unos Juegos Olímpicos, tomando en consideración que en Londres 2012 se ganó un oro, tres platas y tres bronces.
Se ha dicho que Conade con Alberto Castillo a la cabeza ha sido el culpable de que a esta delegación no se la haya apoyado para alcanzar sus metas. Al igual que el Comité Olímpico Mexicano, dependencias que entre ellos se han echado la bolita desde el inicio del ciclo olímpico, se le culpa por no atender a los atletas como se debe.
Antes de marchar a Río, estas dos entidades pronosticaron 5 a 7 metales olímpicos para México, que al final fue así, pero la falla de estos «adivinos», fue que las esperaban de atletas que se quedaron o muy lejos del podio o a uno del tercer lugar como fue el caso de la clavadista Paola Espinosa que quedó en la cuarta posición en la plataforma de 10 metros.
Pero las federaciones tienen mucho que ver en este problema, si bien es cierto y sin tratar de exculpar a Castillo, cuando dijo que la Conade era sólo una agencia de viajes y que son las entidades las que están a cargo del rendimiento de los atletas y que son ellos quienes deciden los que van o no, no dijo mentiras, ya que según él su organismo es rector más no ejecutor.
Aquí, Castillo no se ayudó mucho, ya que si él no es quien ejecuta, la pregunta obligada era: ¿para qué fuiste a Río 2016? y lo que es peor, con todo y novia. En fin este es otra raya más al tigres.
Regresando a las federaciones, los presidentes de algunas de ellas se quejaron que durante el ciclo olímpico no habían tenido apoyo de Castillo, y que por ello no se pudieron hacer bien los fogueos de sus jóvenes deportistas.
Un ejemplo de esto es la Federación de Box, liderada por Ricardo Contreras, quien afirmó que estuvo un año sin recibir recursos de la Comisión de Cultura Física y Deporte, pero durante Río aseguró que Castillo les hizo firmar un pagaré por cada uno de los eventos y montos otorgados, lo que se contradice totalmente.
Sin embargo, el 16 de agosto, en plenos Juegos Olímpicos de Río, la dependencia deportiva mandó un comunicado asegurando que deportistas y entrenadores habían recibido apoyo directos por parte de la Fodepar (Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento) y que quienes fueron apoyados deberían firmar un pagaré como requisito indispensable para la comprobación o en su caso la reintegración de los recursos no devengados.
Como fuera, la guerra entre presidentes de las diferentes federaciones con Conade, directamente Castillo, fueron una parte fundamental para que en estos Juegos la Delegación Mexicana no tuviera éxito, siendo que por primera vez mandara a 125 atletas a la justa.
Pero, ¿qué responsabilidad tienen los participantes de las diferentes pruebas olímpicas, por no traer buenos resultados?, pues mucha, y lo malo es que se ofendían cuando se les pedía cuentas. Siendo que parte de su sueldo ha salido del dinero de los contribuyentes, o sea de los impuestos que paga cada uno de nosotros y que es justo, como se debería a ser a políticos, pedir cuentas y buenas.
México quedó abajo del medallero de países con niveles económicos inferiores en relación a su producto interno bruto y con más corrupción dentro de sus organismos deportivos.
Por ejemplo, Kenia, quien obtuvo 6 oros, 6 platas y 1 bronce tuvo un PIB de 1, 367.7 dólares per cápita en comparación a los 9.009. 3 que México registró en el 2015.
Otros países con economías más bajas como Jamaica, que dicho de paso es un ejemplo para direccionar a sus atletas en lo que ellos saben hacer, correr. Ejemplo Usain Bolt, quien es escuela a seguir. Pero los jamaiquinos salieron de Brasil con 6 oros, 3 platas y 2 bronces.
Los atletas cubanos con todo y sus problemas económicos y sociales brindaron una mejor actuación en Río de Janeiro al presumir 11 medallas en total (5 oros, 2 platas y 4 bronces). Hasta Fiji se asomó con una de oro al igual de Jordania y Kosovo.
Entonces y aunque se defiendan asegurando que se murieron en la raya, pero que no tuvieron el apoyo necesario, fue lo que los llevó a fracasar, esos son pretextos.
Y se vio con Rommel Pacheco, quien llegó a la Final de 10 metros en segundo lugar y fue perdiendo gas.
Por todo esto el deporte mexicano no profesional, podría dar pena, pero no es el caso, más bien es preocupante que todas las partes quieran tapara el hoyo cuando el chamaco ya se ahogó.