A 52 años del asesinato del Che Guevara: ¡¿Y por qué no?!, le preguntaría…

Por Guillermo Torres

Al pensar en el rumbo y trayectoria que han tenido en América Latina, la lucha política y social, en particular los movimientos revolucionarios que han dado lugar a los dos factores anteriores, nunca deja de rondarme la idea de qué hubiera sucedido si Ernesto Guevara de la Serna hubiera emprendido camino a México y no a Bolivia.

¿Qué hubiera pasado? ¿Cómo habría sido el desenvolvimiento social, político y económico de Latinoamérica en general? Y esto, con la mínima objetividad requerida lo dejo a reflexión y criterio del lector.

Es un hecho que en Bolivia no recibió un apoyo decidido, firme, generalizado como ha sido el caso de Cuba. Hay un tema importante en torno a los porqués de su salida de Cuba y hasta donde hubo cierto distanciamiento con Fidel Castro, pero algo que es evidente es que el Che Guevara nunca terminó de convencerse de las teorías clásicas.

Incluso tenía cierta inquietud por acercarse un poco y conocer el modo organizativo y orgánico de las culturas mesoamericanas. Este es un factor que le lleva a Bolivia con la idea de que los mineros y campesinos darían fuerza a un movimiento revolucionario.

Resulta inevitable remitirnos al contexto que en la segunda mitad de los años sesenta prevalecía en México, un movimiento estudiantil a nivel nacional que tenía una influencia un tanto más de conciencia que política, empero a fin de cuentas en ello estaba desembocando por supuesto; una adherencia obrera, campesina y social cada vez más generalizada.

Si bien es hasta los años 70 cuando se lleva a cabo el primer Congreso Nacional Indígena, ya a finales de los 60, incluso en la víspera del movimiento del 68 había una fuerte carga del modo de pensar indígena en esa toma de conciencia que comienza un proceso de manera evidente en aquella época, no solamente en los jóvenes mexicanos, sino prácticamente de carácter planetario, o digamos…global, para que lo comprendan mejor los nostálgicos y seguidores de los yupis y demás artífices, próceres del bienestar social, guerreros neoliberales del glorioso y volátil Fin de la Historia y la doctrina Monroe.

Como es de esperarse, de manera sistémica y sistemática, por obra y gracia de la CIA le habrían perseguido de manera sanguinaria como es modo de la cultura “norteamericana” (o al menos de la Norteamérica que ellos imaginan, no la autóctona…la milenaria…¿de museo?; o en todo caso me retracto si mis conocimientos básicos de geografía me fallan ), así mismo como persiguieron y exterminaron la manifestación pacífica y cuasi inocente de los jóvenes estudiantes de aquella época en México.

Pero aún con ese factor en contra, reflexionemos qué pudo suceder si los factores mencionados se hubiesen conjugado en algún momento y contexto concreto, es probable que la conjunción de todo ello habría sido menos permeable para la represión, ni para el movimiento en proceso en México a finales de los sesenta, ni para el Che en Bolivia; ya esa conjunción en sinergia, ese uno más uno seguro pudo haber sido consistente, fuerte.

Muy seguramente de repercusiones a mediano largo – plazo, con un ingrediente muy particular que está científicamente comprobada su validez posmoderna, la cosmogonía indígena y la dimensionalidad conceptual que le da al mundo ese modo de ver la vida, el mundo, las relaciones sociales y demás factores que componen una sociedad organizada, participativa.

Pensemos por un momento que México es un lugar clave en el escenario de las culturas mesoamericanas, y el sentido común me comparte que muy probablemente, ya una vez habiendo triunfado la revolución cubana, y puesto en marcha un proyecto alternativo tan ambicioso en México, si esto cuajaba, su expansión geométrica habría sido muy propicia, ya por cuestiones de similitudes culturales e idiosincráticas, habría tenido cierta posibilidad en Centroamérica.

Ir más a fondo podría resultar cierta especulación, simple suposición. Pero ese esquema con el posterior surgimiento de Hugo Chávez en Venezuela y Evo Morales en Bolivia, es un escenario que guarda su grado de interés en cómo una izquierda surgida en América Latina, o quizá de un proceso de refundación de la misma.

Es posible que dicho escenario le pudiera dar rumbo a la vida económica, social y política de esta región del mundo, con tal diversidad de expresiones culturales, con un desenvolvimiento clave en el caminar del Mundo.

Así como lo es hoy, con la pequeña variante claro, de que simplemente es vista como una enorme hacienda con recursos naturales, materiales y de mano de obra barata, para lucrar…comprándola en el mejor de los casos, a la mala y malbaratada…o en el peor de los casos mediante el despojo, y así por las expediciones católicas del Medioevo, así por la fiebre imperialista de propios y extraños….pasando por la conspiración confabulada por las dos anteriores, de la mano con las bondades y cambio social de la revolución industrial; ahora consolidadas por el sistema financiero internacional, las oligarquías locales y las empresas multinacionales de los países más industrializados.

Y claro, sin esta pequeña variante, sería clave América Latina en el caminar del mundo por los aportes de una sociedad comunitaria construida en democracia y participación, en paz, en libertad….con justicia y dignidad para todos sus miembros.

Para cerrar esta pequeña reflexión compartida, es importante cavilar que aquí el punto no es una nostalgia comunista, socialista, anarquista…ni cualquiera de las variantes de las corrientes clásicas.

Aquí lo trascendente del porqué y para qué imaginar un esquema de dicha índole, las razones son simples, diversidad de pensamiento y expresiones, democracia, tolerancia, desarrollo sustentable y conservación del medio ambiente, una manera distinta de convivir con la naturaleza, una economía sostenida y participativa, quizá de libre competencia pero en un esquema de cooperativismo, comunitario dirían los más primeros de estas Tierras Mesoamericanas.

Una distribución de la Tierra que optimice su productividad y el reparto de recursos. Un modo distinto de convivencia social, desde los núcleos más pequeños e íntimos, de pareja, en un esquema más equitativo, hasta el mismo tejido social en conjunto, la correlación de fuerzas.

La visión y objetivos para gobernar; el esquema organizativo para gobernar y mandar obedeciendo. Quizá la lista podría ser demasiado extensa, sin más elementos para argumentar a fondo que el sentido común y la nostalgia eso sí…..por un mundo donde quepan muchos mundos, tan simple como un aire más limpio que respirar y un maíz más puro con el que alimentarse….un sol más brillante que admirar, un horizonte más claro que contemplar…le diría:

¿Y por qué no Che…? y quizá la respuesta sería: porque solo será cuestión de tiempo y muy probablemente lo mejor de todo, es que sea posible sin la confrontación armada…

Bueno, en realidad tal vez este artículo sea simplemente una nostalgia personal…¿y por qué no…?…lo cierto es que un espiral continuo de lucha, seguro ahora mismo tendría en conciencia a la mayoría de la ciudadanía.

Que tanto hace falta para consolidar como movimiento de izquierda, de base, orgánica y organizativamente, no solamente la institución de la que ha emanado en México el actual gobierno, sino a la sociedad civil en general; una izquierda que ha emergido y ha de consolidarse más allá de ellos vicios de la política convencional, de la vieja y conservadora guardia, y lo que hoy se entiende aún como espectro político electoral y las viejas prácticas partidistas.

Lo cierto es que no es ni mucho menos tarde aún, para que ese proceso no solamente fortalezca al movimiento, sino que se perfile la consolidación de un movimiento alimentado por todos los movimientos, expresiones y luchas de izquierda.

Una auténtica asamblea popular permanente donde la ciudadanía se ejerza libremente, y se reivindiquen las demandas populares en la participación de la misma en asuntos de interés público; que dé lugar a una democracia con representantes populares surgidos del trabajo comunitario que se concrete en dicho ejercicio….¿y por qué no…?

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