Veracidad vs “objetividad”… la responsabilidad de emitir un juicio en público

 

Por: Armando Martínez Leal

@armandoleal71

Comprender qué significa lo atroz,

no negar su existencia,

afrontar sin prejuicios la REALIDAD.

Hannah Arendt

Un lugar común en el actual espacio público mexicano es plantear la polarización de la sociedad, divididos en dos grandes bandos los mexicanos navegan en el océano del desconocimiento de aquello que se dice de sí. El extrañamiento llega incluso a afirmar que la división de la sociedad mexicana no es un fenómeno local, sino enteramente mundial. Los rusos están divididos como los mexicanos, lo mismo los colombianos, que los franceses, ¡ah! no se olvide de los ingleses, ni que decir de los norteamericanos… ahí está Namibia, los eslovenos y croatas recrean sus antiguos odios.

Hay quien llega a afirmar que se trata del espíritu de la época y para adornar lo afirmado, lo nombra en alemán ZEITGEIST. Pero ¿dónde están los elementos que sustenten estos dichos? En ocasiones se suele acompañar la afirmación de algún extraño informe que realizó algún extraño instituto y que fue publicado en algún extraño lugar de la red; pero como se trata de un estudio extraño, realizado por un instituto extraño, en un extraño idioma, publicado en algún sitio extraño cobra una extraña legitimidad lo dicho. Pareciera que la REALIDAD necesita ser reconocida, no en su sentido de develar el fenómeno, sino de cumplir con los parámetros de “realidad”. La realidad sufre una suerte de mistificación.

Cada individuo cree en la realidad que mejor le conviene; por ejemplo, el ranking mundial de felicidad que elabora la ONU a través de la Red de Soluciones para un Desarrollo sostenible, ubica a los países desarrollados como los más felices, en los primeros lugares está Finlandia, Noruega y Dinamarca. Lo que llama la atención de dicho estudio es el lugar que ocupa México, que se cuela en el listado por arriba de Singapur, España o Japón; es como si a los millones de mexicanos no les importara los más de 270 mil muertos en la guerra contra el narcotráfico, es como sí a los mexicanos la realidad de más de 54 millones de mexicanos en la pobreza no fuera parte de la REALIDAD.

Los subterfugios para evadir la realidad por parte del individuo son diversos, es preferible creer que el simulacro que se ha inventado para sobrevivir es la realidad, a pensar que su realidad es profundamente opuesta aquello que desea. La encuesta mundial de felicidad muestra como sectores de la sociedad mexicana evaden su realidad. Durante años, México ocupó un lugar destacado en dicho instrumento mientras que su realidad podía hacer pensar que los mexicanos no eran felices.

Otro ejemplo claro en los subterfugios de la realidad es lo que la élite comentócrata opina de la misma, a partir de la estrategia elaborada por el actual gobierno, de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR contra el robo de combustible diversos analistas —con “doctorados” y llenos de “expertis” que legitiman su decir— y “comunicadores” afirman que la sociedad mexicana está molesta por las acciones emprendidas, sobre todo con la falta de abastecimiento de gasolina. Sin embargo, no aportan ningún hecho que sustente sus dichos, ejerciendo su libre derecho a OPINAR, afirmaban “la molestia de los mexicanos”, así como el debilitamiento del bono de aprobación del mandatario.

El periódico Reforma, en su edición del pasado 11 de enero, presentó un estudio demoscópico sobre la aprobación o rechazo de dichas medidas, la encuesta arroja datos por lo menos interesantes, 6 de cada 10 mexicanos apoya la medidas del mandatario, 73 por ciento cree que esto es preferible a dejar que el huachicoleo continuara y 79 por ciento cree que se necesita perseguir a los responsables; de este último dato se deriva que 8 de cada 10 mexicanos está en contra de la impunidad. Sin embargo, los comentócratas y periodistas continúan afirmando lo contrario.

Un ejemplo de ello es la columna ARSENAL en El Excelsior (10/01/19) el periodista Francisco Garfias afirma que “el humor social empeoró”, a propósito de las medidas que el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR emprendió para combatir el ROBO de combustible. Para sustentar su caracterización, el destacado periodista, Garfias cita en tuit anónimo, ya que no cita a la tuitero (a) donde se señala “Veo a López Obrador cada vez más Maduro”. Para seguir con la línea discursiva, que no periodística, Garfias agrega en su columna lo dicho por el excomisionado Nacional de Seguiridad, Monte Alejandro Ribido —un destacado priísta—, donde el ex funcionario señala preocupación por el ambiente que “…se descompone. Se respira crispación social. Percibo riesgos de bloqueos…”

Las posiciones políticas de estas figuras públicas están dominadas por la subjetividad. Es evidente que muchas de ellas están en contra del gobierno de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, estar a favor o en contra de un gobierno, política pública o personaje, no tiene nada de extraordinario, la subjetividad debe plantearse como una realidad, más que como un deber ser. El problema surge a partir de que dichas plumas se venden como OBJETIVAS cuando es evidente que no lo son.

La reconocida periodista, corresponsal de la Jefatura Internacional de CNN, CHRISTIANE AMANPOURseñala que ella “prefiere ser veraz a objetiva”. Plantear como ética laboral la veracidad es el reto que la prensa mexicana y la élite comentócrata debe asumir como regla general en su ejercicio periodístico pero han preferido renunciar enteramente a la veracidad de sus dichos. Leo Zuckermann, “académico” vuelto comentarista de Televisa y del periódico Excelsior es una muestra evidente de esta renuncia tajante a la veracidad de sus dichos. Ejerce su derecho a opinar, pero sus dichos no se sustentan en la realidad, sino en sus fobias y filias, es un militante de su causa; es decir, enteramente subjetivo pero sus causas tropiezan a empellones con la realidad. Él se dice abiertamente neoliberal; sin embargo, en la defensa de su visión ideológica de país no se hace cargo de la desigualdad social y de los niveles de corrupción que durante 36 años el neoliberalismo generó en México.

La élite comentócrata lucha decididamente por su derecho a emitir su opinión pero ha abandonado, deliberadamente su rigurosidad respecto de los hechos. Su pensamiento no se deriva de un estudio de la realidad sino de fragmentos convenientemente sacados de lo real que los llevan gratificantemente a confirmar sus fobias. El problema aquí es cómo las fobias y filias de un conjunto de personas intentan ser vendidas como verdades universales; la opinión deriva sí, de las creencias y actos de fe de cada individuo, pero lo que antiguamente se denominó el Círculo rojo, cumple una función social en la árida plaza pública mexicana. Las opiniones deben ser producto de un análisis concreto de los hechos, cuidando éticamente lo dicho.

La democracia mexicana está en pañales, la reestructuración del sistema político mexicano está en sus inicios. El país necesita un nuevo sistema de partidos, la emergencia de nuevos actores políticos que no estén pensando en cómo enriquecerse a partir del erario público sino en la construcción de un modelo distinto de Nación. Los resultados de las pasadas elecciones lo muestran, el voto que obtuvo el principal y único partido de oposición al régimen neoliberal lo ilustra. La elección de 2018 fue histórica, no sólo por el triunfo de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, sinopor el número de votos que obtuvo el candidato, más de 30 millones, es cierto el padrón se compone de más de 80 millones; sin embargo, en ninguna elección en la historia reciente del país, un candidato había logrado concitar un consenso en esa dimensión. Ese voto participativo y activo tenía de fondo el rechazo al viejo sistema político mexicano pero también, le guste o no al comentador de la HORA DE OPINAR, es un mandato CONTRA EL NEOLIBERALISMO.

El llamado CÍRCULO ROJO, los comentócratas, deben asimilar que México ha cambiado, por ende su actividad debe modificarse. Los medios de comunicación mexicanos necesitan repensar su actividad. Es indispensable que generen CÓDIGOS DE ÉTICA, que tanto la OPINIÓN como la INFORMACIÓN, sea producto de la VERACIDAD y no de las filias y fobias de periodistas y comentócratas. Ser de izquierda o de derecha, los medios necesitan clarificar sus líneas editoriales, es extremadamente necesario que los lectores, las audiencias de los medios, estén cabalmente enterados, que posición política mantiene el medio. La orfandad ideológica y presupuestal que confrontan los medios es una oportunidad importante para repensar al periodismo mexicano que debe comprender la monstruosidad de los tiempos actuales, no negando su existencia. En palabras de ARENDT: “NO NEGAR SU EXISTENCIA.

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