¿Un paro necesario?

Por Silvio Harrison

Las imágenes en televisión no mienten, mientras jugadores hacen lo que quieren en la cancha, increpando a los nazarenos por su «escasa visión de las cosas dentro de la cancha», los castigos son sumamente ligeros y el resultado de esto fue el paro generalizado de silbantes que hizo que la Jornada 10 del Clausura 2017 se detuviera. ¿Es Justo esto?

Para alguien como yo que no tengo el peso suficiente para comentar sí es o no o si fue o no bueno la «huelga» realizada por los árbitros podríamos considerar que sí. Alguien tenía que poner orden en el futbol mexicano, ya que la Federación Mexicana, así como los dueños de los clubes sólo responden a una cosa, el dinero.

No cabe duda que este fin de semana eso fue lo que perdieron, miles y miles de pesos. Desde las televisoras, quien realmente mandan, hasta los anunciantes, los cuales ya pagaron para que sus productos se pudieran vender por ejemplo en el América-Necaxa o en el Atlas-Pumas y si uno quiere hacer presión en la herida en el Tigres-Guadalajara, en fin.

Y todo ¿por qué? Pues porque el contacto físico que tuvieron Pablo Aguilar (América) y Enrique Triverio (Toluca) sólo quedó en intento de agresión para la Comisión Disciplinaria de la FMF.

El defensa azulcrema fue suspendido 10 partidos (8 por intento de agresión y 2 por insultos al cuerpo arbitral), mientras que el atacante choricero estaría fuera 8 juegos (7 por intento de agresión y uno por insultos al juez).

El americanista tiró un cabezazo al árbitro Fernando Hernández tras el duelo ante Xolos, mientras que el de Diablos Rojos empujó al silbante Miguel Ángel Flores luego de ser expulsado ante Morelia.

Según el reglamento que avala la FMF una agresión contra un nazareno como minino se le daría un año fuera, sin embargo la Comisión Disciplinaria se pasó por el arco del triunfo dicho reglamento lo que causó molestia de los de negro y por eso fue el paro.

40 años pasaron para que sucediera esto, y es que en otro lados del mundo no es raro ver que los que imparten la ley dentro de la cancha detuvieran las actividades para que se les hiciera justicia.

Así que se esto es un caso sin precedentes dentro del futbol mexicano para otras ligas no lo es.

En España, los colegiados ya no quisieron pitar la Jornada 4 de la temporada 1997-98 por las críticas que los dirigentes en aquella ocasión les hicieron.

Sin embargo, la Federación Española decidió utilizar a árbitros de la Segunda B para dirigir los encuentros.

En el 2006 otro paro de silbantes hizo temblar nuevamente a los españoles y esto fue por falta de pago, al final las autoridades y los afectados llegaron a un acuerdo y se les pagó en una solo pago directo.

Otra liga que amenazó con paro fue la Argentina, luego de que los nazarenos se inconformaran por la agresión de uno de sus compañeros en un partido del torneo Federal B (cuarta división)

Pero el problema se arregló luego que el Ministerio del Trabajo llegara a una conciliación obligatoria entre el Sindicato de Árbitros de la República Argentina y la Asociación del Futbol Argentino.

Así que el arreglo de este problema no tardará y hoy podría quedar resuelto luego que de que ayer se reunieran los dueños en la Federación Mexicana para hablar sobre los castigos que tendrían que tener los jugadores y así darle a la Asociación Mexicana de Árbitros el golpe que necesitaba para reanudar el torneo de Liga y no pegarle a los juegos de la Copa MX.

Los escenarios se abren y en el caso de Pablo Aguilar y Enrique Triverio saldrían perdiendo los jugadores y los clubes no podrían acudir a ninguna instancia internacional, ya sea la FIFA para apelar.

La Comisión de Apelaciones podría determinar que los jugadores realmente cometieron una agresión y merecen la pena de 1 año de suspensión, como indica el Reglamento, lo que cubriría la demanda de los árbitros.

Pero si no se da el castigo de 365 días de suspensión, la Asociación Mexicana de Árbitros tiene la palabra de aceptar el hecho o insistir en su postura de no dirigir partidos, así que mantendrían parado todo y las perdidas monetarias serían incalculables.

Por esto la Federación Mexicana de Futbol podría hacer válido su poder y movería las cabezas de la Comisión Disciplinaria y la de Árbitros que es donde se gestó el problema.

En el caso de Aguilar y Triverio y sus clubes tienen el derecho de presentar a su vez una apelación al no estar de acuerdo con un probable nuevo castigo, la cual incluso puede llevarse ante FIFA o el Tribunal de Arbitraje Deportivo, pero esto no pasaría ya que la FMF se está cuidando las espaldas y podría recular al decir que esto se está llevando vía legal.

Lo que pase es importante, ya que si es justo o no lo que hicieron los árbitros de parar para que se les diera el respeto que merecen eso ya lo sabrán los de pantalón largo, aquí el más perjudicado es el público que espera cada fin de semana acudir o ver en televisión los juegos de una insípida Liga Mexicana.

 

Related posts