Sé feliz con tu preja, lo demás… es lo de menos

Cortando Rábanos Décimas por Frino El sexo, para mi abuela, se practicaba en lo oscuro sin gritos ni desfiguros, en silencio y con cautela. La pijama de franela, caricias con timidez, un beso, otro y tal vez… ¡Detente que me da pena! y el plato fuerte en la cena quedaba para después. Era el tiempo que el rubor coloreaba las mejillas de ella, si él, de rodillas, pedía una prueba de amor. El recato y el pudor en el hombre y la mujer a la hora del placer eran virtudes…