Por Dan Hernández R. La gruesa cortina de humo se desvanece. Se rompe al sentir nuestros fríos cuerpos penetrándola. Vencida, la cortina nos revela un escenario tecnológico de luz multicolor, estrobos epilépticos y sonidos digitales que emanan de los sintetizadores. Avanzo por este ambiente inhóspito. Parece un escenario utópico de algún filme de ciencia ficción. Numerosos cúmulos de gente se amotinan en círculos para observar atentos a los artistas del baile. Pasos largos. Movimientos rápidos de brazos estirados. Grandes pa de bourrée al ritmo de la música que es mezclada por el…