Por Rodrigo Bengochea Hace algunos días me topé en Internet con una publicidad que intentaba prevenir a la gente de los fraudes bancarios a través de llamadas telefónicas o correos electrónicos. La imagen era muy sencilla: una mesa, una computadora, un teléfono y una persona. El anclaje de la imagen era el texto donde se explicaba que no se puede saber quién está del otro lado de una llamada o un correo electrónico, por lo que recomendaban desconfiar de las llamadas donde te dicen hablar de un banco… Lo mismo…