Sujeto agrede brutalmente a mujer tras concierto en el Centro Histórico; PGJ busca calificar delito de “lesiones leves” y multar con mil 256 pesos al agresor

Foto: Cortesía
Por Redacción Reversos

Erick Castro Mendoza, un sujeto de 28 años, agredió brutalmente a una joven llamada Carolina, al término de un concierto de rap en el Centro Histórico, que se realizó el domingo 21 de octubre en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

Los hechos se dieron cuando Carolina caminaba por la calle de Izazaga, frente a la puerta de la Universidad de Claustro de Sor Juana, y observó al individuo discutir verbalmente con su novia.

“¡¿Qué me ves?! ¡¿Quieres foto o qué?!”, gritó Castro Mendoza a Carolina y luego comenzó a perseguirla hasta alcanzarla.

El agresor aventó contra la pared a Carolina y comenzó a golpearla brutalmente, provocándole graves lesiones en el cuerpo, la boca y la cabeza.

Luego de ser detenido por policías capitalinos, el agresor quedó libre por las autoridades de la Alcaldía de Cuauhtémoc, quienes buscan calificar el delito de “lesiones leves” e imponer una multa de sólo mil 256 pesos.

En cambio, a Carolina la pidieron firmar una hoja donde no levantaba cargos y le aconsejaron que no fuera al doctor hasta firmar ese documento.

A continuación la denuncia completa de familiares y amigas de Carolina:

El día de ayer Caro fue a un concierto de rap por el Centro Histórico,  alrededor 11:30 de la noche llegó a nuestro departamento en shock, con su camisa de los Rolling Stones bañada de sangre. Ella había sido golpeada en la cara y saltaba a los ojos una cortada en el labio profunda.

También le encontramos lesiones en la espalda, cadera, pechos, piernas y cabeza. Carolina explicó que ERICK CASTRO MENDOZA estaba discutiendo verbalmente con su novia sobre la calle de Izazaga frente a la puerta de la Universidad Claustro de Sor Juana.

Carolina pasó por la acera a su lado y volteó a verlos para luego seguir su rumbo. Él la miró y le grito “¡qué me ves? ¿Quieres foto o qué?» Caro asustada empezó a caminar rápido, él comenzó a seguirla.

Cuando la alcanzó, la aventó a la pared y comenzó a golpearla sin razón alguna. Por el grito de Carolina de «PARA, POR FAVOR, ME VAS A MATAR” y porque su novia le pedía que se detuviera, cesó la golpiza. Carolina se logró parar y empiezo a correr hasta llegar a casa. Una vez que escuchamos el relato decidimos que una de nosotras se quedaría a revisar las heridas de Carolina y otras dos salimos a buscar al agresor y su pareja para denunciarlo a las autoridades.

Al llegar al punto donde ocurrió todo, vimos los restos de sangre en la pared y suelo, detectamos las cámaras de seguridad de la Universidad del Claustro de Sor Juana que seguramente tienen los hechos documentados y decidimos regresar para acompañar a Carolina a denunciar.

Al llegar a la esquina nos encontramos con una pareja peleando, como no estábamos seguras de que fuera el agresor, nos acercamos a observarlo. Y efectivamente, él tenía el pantalón lleno de sangre y las manos manchadas, al pasar a su lado nos increpó y dijo la misma frase que a Carolina «¿qué me ven, quieren una foto o qué?» No había duda, era él.

Corrí a pedir apoyo a dos chicos que se negaron y nos indicaron que había un botón de auxilio en el poste. Corrimos y lo timbramos, enseguida corrí al ver una patrulla que se encontraba en Izazaga y 20 de Mayo.

Les conté todo, a lo cual contestaron: No podemos ayudarte le corresponde la patrulla que está en la siguiente cuadra. Con estupor respondí «¿es en serio?». Decidieron acompañarme. Al llegar a la calle Nezahualcóyotl y 5 de febrero -dónde la pareja ya estaba abrazada- ahí se detuvo al agresor. Nos llevaron a la PGJ de la alcaldía Cuauhtémoc CUH-2, donde les levantaron la declaración.

Él primero dijo que no conocía a Carolina y que no se acordaba de nada. Carolina, quién ya había llegado a declarar, entre lágrimas relató su versión. La novia del agresor nos gritaba cosas mientras que escribía mensajes de textos. En la madrugada un policía nos salió a informar que la novia del agresor había dado mordida para poder estar en la celda con su novio.

A Caro la pidieron firmar una hoja donde no levantaba cargos y le aconsejaban que no fuera al doctor hasta firmar. Nos avisaron que la trasladarían al Juzgado Cívico CuH 4, la subieron en la patrulla junto su agresor mientras el policía bromeaba con el denunciado. Nosotros nos fuimos en metro a alcanzarla, en eso el equipo de Claudia Sheinbaum y de Inmujeres facilitaron a una abogada quien revisó todos los papeles que Carolina había firmado.

Aún con el acompañamiento el doctor que la revisó declaró que sus heridas sanarían en menos de 15 días, incluso un policía le dijo «por una mordidita de labio, eso sana rápido”, desestimando las agresiones. La sentencia a Erick Castro fueron 36 horas y a Carolina le dijeron «pues ya te puedes ir a tu casa mija” La abogada nos orientó, ya que es obvio que su labio, ni cicatrices sanarán en 15 días podíamos reclasificar el caso. Es evidente la nula perspectiva de género en la conducta de los miembros del MP.

Te solicitamos que compartas esto, nosotras con asesoría de la abogada y los videos del Claustro de Sor Juana, buscaremos reclasificar el caso y que este agresor no siga suelto. Su conducta es peligrosa y si no actuamos puede continuar y escalar su comportamiento.

No normalicemos la violencia contra las mujeres.

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