Foto: Edgar López (Archivo)
En 1999, el Gobierno de Ernesto Zedillo conformó la Policía Federal Preventiva, desde aquel momento se cuestionó la legalidad de dicho cuerpo policiaco pues en el artículo 21 de la Constitución se establece que “Las instituciones de seguridad pública serán de carácter civil, disciplinado y profesional”. Se trataba de militares, entrenados en el Ejército mexicano y ahora listos para hacerse cargo de las tareas de seguridad pública.
De manera paralela, en esas épocas también los cuestionamientos a la Escuela de las Américas crecieron y tuvieron eco en la opinión pública internacional. Los señalamientos al tipo de formación que realizaban, se referían a la capacitación de mandos de los ejércitos en América Latina en tareas de contrainsurgencia a través de la tortura y otros tratos crueles e inhumanos. Hemos leído muchas veces que en esta misma escuela fueron entrenados los Gafes, grupo de élite militar del que años más tarde se desprendió un grupo que dio origen a los Zetas.
De acuerdo a versiones oficiales la Escuela de las Américas ya no opera como tal, sin embargo, redes antimilitaristas en Estados Unidos y en América Latina han denunciado que el Instituto de Cooperación y Seguridad del Hemisferio Occidental (WHINSEC, en inglés), ahora entrena de manera prioritaria a policías.
Este cambio en el perfil del sujeto a formar en la escuela de las Américas, responde a una estrategia militar del Pentágono en Estados Unidos y que ha sido profundamente documentada como una construcción del “Enemigo interno”. Ya no se ubican las grandes amenazas contra los Estados nacionales en algún enemigo extranjero que osare profanar con su planta su suelo. Se van perfilando “las amenazas” dentro de los estados nación, uno de esos es el terrorismo y en México, se fue convirtiendo en el crimen organizado.
Con el surgimiento de la PFP surgió un modelo de policías en México que se ha venido fortaleciendo, después fue la Policía Federal y más recientemente los grupos de la Gendarmería Ambiental, ¿Qué tienen en común? Una formación de carácter militar.
No pretendo decir que estos cuerpos reciban entrenamiento de la institución heredera de la Escuela de las Américas, sino visibilizar el giro del paradigma a nivel internacional para la formación de los sujetos encargados de dar forma al modelo de seguridad.
Este modelo, en México, se ha llevado a un extremo de terror. Pues la guerra contra el narco se ha convertido en una situación de guerra generalizada que tiene a la sociedad entera en la zozobra. Son miles de personas asesinadas, desaparecidas y sobrevivientes a la tortura y graves crímenes de lesa humanidad.
La propuesta que fue aprobada en el Congreso de la Unión para la conformación de una Guardia Nacional, representa la profundización de ese modelo de policías militarizadas. Sólo que en esta ocasión se complejiza más con el rol que se le asigna al Ejército Mexicano directamente. No sólo en el mando, sino en las competencias que tendrían.
Con la aprobación de este dictamen se condena a México a seguir reproduciendo el mismo modelo de seguridad que se representa a sí mismo en la violencia y la aniquilación del enemigo.
Necesitamos construir un proceso de paz en México, yo lo imagino con una discusión generalizada para reconstruir el tejido social con la participación de las comunidades. La guerra solo se va a detener cuando se reproduzcan como esporas los espacios de discusión locales y los procesos de recuperación de lo público, de lo ciudadano y (no puedo creer que sea relevante usar esta palabra:) lo civil.