Por Mtro. David Sumiacher D´Angelo
Este año el Centro Educativo para la Creación Autónoma en Prácticas Filosóficas (CECAPFI) cumple 10 años de existencia. Y como parte de los festejos y conmemoraciones que todo este año hemos venido haciendo, me gustaría aquí dedicar algunas líneas a reflexionar sobre esta historia.
Aunque hoy es un proyecto que tiene mucha importancia en mi vida y pienso yo en la vida de varias personas, en verdad ciertamente el Centro surgió ‘por casualidad’, podría decirse, a inicios del año 2009 cuando una directora de escuela llamada Angélica Rebollar me pidió dar un curso de filosofía para niños a sus profesores en la ciudad de Toluca.
Yo no imaginaba para nada lo que habría de pasar después cuando esta persona me sugirió, al terminar ese curso, abrir un centro de filosofía para niños.
Las cosas se fueron sucediendo una tras otra, y al principio, lo que era nada más un anexo a las muchas actividades que yo hacía, empezó a cobrar cada vez más centralidad y fuerza.
Poco a poco las ideas que se me ocurrían y los proyectos que pensaba se empezaban a realizar por medio del centro. Hicimos en ese mismo 2009 un coloquio nacional y en 2010 un Congreso Internacional con gente de varios países. Así se fueron sumando más personas, primeramente Jessica Montes de Oca y Gabriela Vallejo, ambas quienes hicieron importantes contribuciones pero luego ya no siguieron participando en CECAPFI.
Poco después se incluyeron Virginia Sánchez, Paulina Ramírez y Miguel Ángel Zapotitla, los tres que han realizado importantísimas labores y que hoy están sumamente involucrados, siendo líderes en distintos procesos que hoy se llevan con la práctica filosófica.
Así fueron avanzando las cosas, algunos continuaban y otros dejaban pero siempre estábamos en un proceso creciente tanto en cantidad de gente como de actividades.
Esto emergía principalmente de nuestro entusiasmo y el deseo de que la práctica filosófica también creciera. De a poco también empezamos a sistematizar el trabajo, los distintos tipos de cosas que hacíamos, a escribir sobre nosotros mismos. Incluimos más prácticas, primero la consultoría filosófica, de la que no había nada en México.
Recuerdo muy bien esa situación, habíamos planeado el primer Diplomado sobre el tema en el año 2013, teníamos como objetivo que la primera parte la diera Óscar Brenfiier, la segunda Ran Lahav, dos expertos en el tema, y yo daría la tercera.
Pero por cuestiones de fechas de pronto sucedió que ninguno de los dos podía estar en el primer Módulo. Entonces… tuve que darlo yo. Por un lado fue un reto muy grande pero a la vez muy satisfactorio. Un trabajo muy bonito con esa primera generación de ese Diplomado del cual ya llevamos más de 10 generaciones.
Otras prácticas que se incluyeron después fue la del café filosófico, desde el 2015 más o menos, aunque los Círculos de Estudio (que son espacios públicos y abiertos también) comenzaron desde los inicios mismos de CECAPFI (justo ahora nos encontramos en una etapa de fusión de unos con otros).
También posteriormente anexamos la filosofía con organizaciones y ahora hace muy poco los talleres filosóficos en ámbitos de exclusión.
Algo que siempre quise es que los filósofos puedan vivir de la filosofía, y ese es uno de los objetivos de CECAPFI. Personalmente no hay nada que me desgarre más el corazón que ver a un filósofo trabajando de mesero o cualquier otra cosa porque ‘no tiene más opción’. A mí eso me entristece enormemente porque significa tanto que los filósofos no saben cómo vincularse con las personas de la sociedad así como que la sociedad no pide o no está interesada en la filosofía.
Por eso en CECAPFI nos proponemos generar de todas las formas posibles esa vinculación. Es un trabajo arduo pero es posible, desde que comenzamos siempre hemos crecido y hoy en día cada vez más personas que trabajan con nosotros ganan honorarios dignos gracias a la práctica filosófica.
Para CECAPFI lo más importante son las personas, lo principal es la vinculación con las personas. Cada día pienso más seriamente lo importante que es mostrar el tipo de organización que somos, porque hemos reflexionado muy seriamente sobre eso y tenemos unos 25 documentos en la actualidad de sistematizaciones respecto a nuestros propios procesos.
Aunque somos una organización cada vez más grande y tenemos un vínculo con el dinero, nuestro objetivo dista mucho de ser el dinero. Es la clásica distinción entre entender qué cosas son medios y cuáles son fines.
Los recursos económicos son para nosotros medios para concretar el alcance real de la filosofía con los ciudadanos, con los niños, con las familias, etc. Pero, como filósofos ubicados en medio de una realidad y contexto, entendemos que no basta pensar solo en los fines. Muy fácil es postular bellos ideales o realizar críticas a la sociedad presente y no hacer nada al respecto.
Si nuestro objetivo es que la filosofía se acerque a los ámbitos sociales, entonces tenemos que desarrollar espacios para que eso pase y las personas que lleven adelante esas tareas tienen que estar preparadas para hacerlo. Esto implica un trabajo duro y constante.
Para CECAPFI lo principal son las personas, el vínculo con las personas, conocerlas, acercarnos con ellas, crear empatía. Así hemos logrado cosas inéditas como por ejemplo organizar el primer Congreso Mundial de Prácticas Filosóficas en México junto con la UNAM (el 15th ICPP que se realiza cada dos años en distintos países del mundo) y entregar allí, por vez primera, un reconocimiento a la trayectoria en la Práctica Filosófica que se dio al alemán Gerd Achenbach y al norteamericano Pierre Grimes.
Esto lo pudimos hacer solamente porque tenemos cercanía con las personas, con los colegas y autores que son también amigos, en el profundo sentido que Epicuro daba al término. Pero no es solo con ellos que se realiza este acercamiento; con cada asistente, maestro, persona interesada actuamos de este modo.
Hace algunos días en uno de nuestros festejos de este décimo aniversario en el Foro el Tejedor del Péndulo de la Roma en la CDMX, asistieron personas cercanas a nosotros de todos los tiempos de CECAPFI, desde profesores universitarios a maestros de primaria, desde consultores filosóficos a personas de diversas profesiones: contadores, veterinarios, psicólogos, sociólogos, padres de familia ¡y por supuesto muchos filósofos!
Pero al final de cuentas una combinación de gente muy interesante y variada, todos ellos interesados por la filosofía. En verdad esto no debería extrañarnos, porque la filosofía ciertamente es parte de la médula más propia de lo humano y somos los filósofos los que tenemos que demostrar más que nadie está cercanía.
Otra cosa importante que me gustaría mencionar es la expansión internacional. Siempre la hemos tenido, yo he sido siempre una persona muy inquieta y con el gusto por viajar. Y con más o menos recursos siempre he estado trabajando estas cosas en muchos países diferentes.
Pero hace casi dos años que empezamos formalmente a desarrollar actividades en otros países. A inicios de 2018 en Argentina ¡y CECAPFI de Argentina se está desarrollando muy bien! Nuestra directora de CECAPFI Argentina, Soraya Tonsich, lleva desde entonces dos Círculos de Estudio, organizamos en su totalidad el primer viaje del Dr. José Barrientos a la Argentina con actividades en la Universidad Nacional de Rosario y en la Universidad de Cuyo en Mendoza, así como en el Centro Cultural Parque España, se desarrolló una Diplomatura completa en filosofía para niños en el país y se están proyectando muchas otras cosas.
En Italia fue igual, el año pasado hicimos unas pequeñas actividades, pero ahora, a inicios de octubre, tenemos un Meeting de prácticas filosóficas, en donde estamos convocando a algunos de los principales filósofos prácticos de la escena italiana.
Colombia era algo que yo no tenía muy planificado, pero en este momento se está proyectando un trabajo muy fuerte por allí con diversas formaciones, la creación de un café filosófico y más cosas.
¿Y qué es lo que motiva todo esto? ¿Por qué es que estas actividades se difunden y las personas están dispuestas a luchar por ellas? Yo personalmente pienso que es por la forma de construir, por la manera que tenemos de hacer las cosas en CECAPFI.
Por ejemplo, el principio de cooperación; CECAPFI opera siempre de ese modo. Eso es lo que motivó a Valeria Trabattoni quien organiza con nosotros las actividades en Italia, ella cursó el Diplomado de Consultoría Filosófica en línea con nosotros y le gustó mucho la forma de trabajar.
Nuestro modo de operar busca siempre combinar esa cercanía de la que hablaba con un alto rigor y calidad académica, eso la gente lo valora. Pero después, cuando pensamos con ella hacer este encuentro que mencionaba recién, nos dimos cuenta que en el contexto italiano hacer este tipo de cosas no era para nada lo más común.
Pero nosotros vemos un valor indiscutible en el hecho de juntar a las personas, de ponerlas a dialogar, creemos, sin lugar a dudas, en que la diferencia suma y en cada evento que hacemos, mientras más logos de colegas e instituciones pueda haber apoyado la actividad, es mejor para nosotros. Esa forma de pensar nos ha servido.
Otra cosa es la sistematización. Eso es lo que ha hecho que tanto en Argentina como en Colombia exista un interés tan fuerte por desarrollar formaciones en prácticas filosóficas por parte de los coordinadores y directores de CECAPFI en esos países.
Esto nos ha costado mucho trabajo, y algunas cosas todavía están en proceso, pero hemos logrado sistematizar y afinar (incluso registrado) gran parte de todo lo que hacemos. Eso nos ayuda a ser más rigurosos, a capitalizar la experiencia y también a ayudar a otros a que puedan realizarla.
Esto siempre en conjunción con el principio de autonomía. CECAPFI es un centro para la autonomía, lo llevamos en el nombre, incentivamos incluso que esto pase, que las personas pongan de sí, su estilo, sus gustos, sus experiencias.
No somos como ‘una escuela’ en donde se enseña una forma de hacer las cosas, funcionamos más como una Universidad, en donde se brindan diversidad de propuestas, metodologías y fundamentos teóricos y las personas deben construir.
Sin embargo la sistematización ayuda, es algo parecido a lo que la antigua filosofía budista llamaba ‘medios hábiles’, el Buda creaba para sus discípulos artilugios para irlos motivando en el camino de que descubrieran su propia forma para hacer las cosas.
La Editorial de CECAPFI también ha sido un arduo trabajo. En los últimos meses estuvimos presentando nuestro segundo libro ¡y estamos a punto de sacar el tercero! Esto me emociona mucho porque creo que nunca habían estado juntos en un mismo libro todos los autores que hemos conjugado para este tercer material que sacaremos en conjunto con la Editorial Novedades Educativas de Argentina.
El libro se llama ‘Prácticas Filosóficas Comparadas. Filosofía con/para niños, consultoría filosófica, talleres filosóficos’ y sin temor a equivocarme creo poder decir que estamos juntando allí a una buena parte de los principales representantes del campo mundial de la práctica filosófica en una misma obra.
Allí escribe Gerd Achenbach (del que casi no hay publicaciones en español), Walter Kohan, José Barrientos, Lou Marinoff, Eugenio Echeverría, Ran Lahav, Tetsuya Kono (el principal representante de las prácticas filosóficas en Japón) y su equipo, Óscar Brenifier, Félix García Moriyón y un servidor.
La mayoría de ellos presentan allí algo así como su ‘visión del asunto’ respecto a las prácticas filosóficas. Mucho se le debe aquí a la importante labor de nuestra editora y traductora Tania Ortíz.
Y así hemos ido avanzando. En estos 10 años, hemos concluido más de 45 generaciones de Diplomados y entre Congresos, Jornadas, eventos, espacios abiertos al público y publicaciones hemos llegado de seguro a varios miles de personas.
Pero yo no dejo de sentir que el camino en verdad recién está empezando, pues para hacer de la filosofía algo cotidiano, algo que el ciudadano común tenga presente en su diario accionar falta bastante bastante.
Algo que me alegra es que hace muy poco inauguramos una nueva área de CECAPFI que tendrá un trabajo muy importante, esta es el área de CECAPFI Sociedad, que se ocupará de trabajar todo tipo de cuestiones sociales como la violencia, el maltrato, el abuso, etc.
Ya hemos dado un curso sobre el tema en el mes de agosto en México y estamos ahora proyecto algunas cosas en colaboración con personas de CECAPFI de Argentina. Esto me motiva porque el objetivo de CECAPFI a resumidas cuentas es estar con la gente.
Al final de cuentas estamos muy contentos, también de contar con instituciones tan valiosas e importantes como el CEFILIBE que siempre nos han apoyado y con las que compartimos muchas causas de lucha y de avance.
Más allá de que ahora CECAPFI se esté volviendo cada día más una organización a nivel mundial, creo que tiene una enorme deuda con México y que lleva y llevará siempre esto como impronta en el futuro.
Siendo sinceros, nunca había visto yo un ámbito tan amplío y dispuesto para la colaboración y el diálogo como existe en este país en lo que respecta a la filosofía. Sin duda existen muchas contradicciones y de seguro el lector podrá encontrar muchos ‘peros’ respecto a esta afirmación.
Sin embargo luego de más de 12 años de conocer al país yo me atrevo a decir que México cuenta con una generosidad y espíritu de apertura como pocos hay en el mundo. CECAPFI tiene el propósito de acercar la filosofía a cada persona para que pueda hacer uso de estas herramientas y posibilidades.
Nosotros no podríamos hacer nada sin tanta gente e instituciones que permanentemente nos alientan y apoyan y México será siempre, de este modo, la tierra desde la cual el CECAPFI ha surgido, por lo que siempre tendremos también con ella una enorme deuda de gratitud.
Para más información sobre filosofía en México: https://cefilibe.wordpress.com/