Por una sociedad donde prevalezca la igualdad

Por Juan Alva

2020 será, sin duda, un año para recordar, o quizá para olvidar. Y es que han pasado tantas cosas en tan solo seis meses, que no se sabe por dónde empezar.

En marzo el tema en el mundo, y particularmente en México, era el respeto a los derechos de la mujer. Ello en atención a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo.

En lo particular, escribía y reprobaba la saña con la que se cometen los feminicidios en México y la indolencia de las autoridades para darles un seguimiento e incluso la apatía de la sociedad ante esos temas.

Como sociedad, reflexionábamos con ese tema cuando nos sorprende una pandemia que nos mantiene al día de hoy en cuarentena y con una nueva forma de vivir, pues ahora tenemos que mantener una sana distancia, incluso con nuestros seres queridos, usar cubre bocas, mantener un hábito de higiene muy estricto y, sobre todo, lo más importante, aprender a vivir con estas nuevas medidas, pues como dicen los expertos, “el virus llegó para quedarse”.

En todo este tiempo de confinamiento, las noticias eran de “cifras maquilladas”, “información falsa” y, sobre todo, una desinformación a la sociedad. Veíamos cómo a nivel mundial las grandes potencias económicas como Estados Unidos, China, Francia, Italia y España eran rebasadas por esta pandemia, las cifras de muertos iban en aumento y de una manera alarmante.

En eso estábamos cuando, justo en Estados Unidos, sucedió un hecho verdaderamente aberrante y que, sorprende que en pleno año 2020, se esté dando. En Minneapolis, George Floyd, un ciudadano afroamericano, había ido a comprar unos cigarros. El encargado de la tienda lo acusa de pagar con un billete falso y no pasa mucho tiempo cuando la policía lo tiene amagado.

Es hasta que llega Derek Chauvin como refuerzo a sus compañeros policías para la detención de Floyd. El método de Chauvin es amagarlo con su rodilla presionando su cuello hasta asfixiarlo. Esto desató una serie de protestas en todo Estados Unidos. Olvidándose de la cuarentena, miles de norteamericanos salieron a protestar contra este acto, que calificaron como de racismo en contra e Floyd por ser de raza negra.

La situación se complicó al grado que, en una protesta frente a la Casa Blanca, se tuvo que resguardar al Presidente Donald Trump, por su protección, apagando las luces de la propia residencia presidencial, en un hecho sin precedentes.

Ahora bien, aprovechando el uso de las redes sociales, mucha gente nos solidarizamos con este hecho verdaderamente denigrante y publicamos fotografías en negro o con mensajes claros en contra del racismo, por el simple hecho que, como sociedad, debemos mantener una empatía con este tipo de sucesos que pasan en la actualidad.

Sin duda, este acto sólo fue una consecuencia de un gobierno que desde que inició su gestión se ha dedicado a dividir a la sociedad, a enaltecer a un sector de la sociedad por el hecho de ser blancos, “americanos puros”, como el propio Trump lo ha dicho en diversas ocasiones. El gobierno de Trump ha hecho que resurja el racismo como una ideología que defiende la superioridad de una raza, en este caso la de los “americanos puros”, la de los blancos frente a los negros que no tiene razón de ser.

Sin duda esto es algo que no debe prevalecer en estos días, es algo que debe estar superado ante tantos hechos históricos que han sucedido por la igualdad de las personas.

Esto no quiere decir que nos olvidemos de las cosas que también aquejan a nuestro mundo. Esto no debe ser motivo para olvidarnos de los niños que están entrando a las escuelas con armas de fuego a matar a sus maestros y compañeros. No es motivo para olvidarnos de la terrible pandemia que estamos viviendo y las consecuencias económicas y sociales que traerá consigo. Tampoco debe ser un motivo para olvidarnos de los feminicidios.

Esto es relevante pues, en redes sociales, particularmente en México, grupos de feministas radicales criticaron a quienes mostramos empatía con el movimiento contra el racismo, argumentando que por un lado criticamos las acciones de las feministas y mostramos apoyo por un movimiento que ocurre en otro país.

Creo que no hay que equivocarnos. La situación mundial es preocupante. En más de una ocasión he dicho que uno de los problemas principales es justo que no hay una solidaridad entre las personas, pues cada quien ve por su lado; en su momento yo dije que las mujeres están en su derecho de expresarse de la forma en que lo crean conveniente, sobre todo si se enfrentan a un gobierno que no quiere ver ni oír lo que sucede.

He mostrado mi apoyo a los movimientos que han realizado y ahora también es necesario alzar la voz por los actos de racismo y desigualdad que se vive, porque no es algo que sea exclusivo de Estados Unidos, también en nuestro país se vive discriminación por razón de ideología, preferencias sexuales, religión, raza, color de piel y condiciones físicas.

El racismo es un lastre de nuestros tiempos, quizá en Estados Unidos salió a la luz en un año electoral en el que lo que menos se desea por un gran sector de la sociedad norteamericana es la reelección de Donald Trump, pero el racismo se vive día con día, creo que es hora de erradicarlo poco a poco y llegar a una sociedad con mayor tolerancia y desarrollo.

Creo que vivimos tiempos difíciles, sin precedentes, y con la oportunidad de poder salir adelante ante cualquier adversidad. Sólo está en ser más empáticos y, sobre todo más, conscientes de la realidad para que, al empezar la nueva realidad, renazcamos como sociedad.

Twitter @JuanAlberto3035

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