Nestlé y su agua embotellada consumen la reserva hídrica de 11 regiones en ocho estados del país

 

Por J. Jesús Lemus/Zenzontle400

El mercado del agua en México es uno de los más rentables de todo el sistema económico nacional. La discreción con la que gobierno federal otorga las concesiones para la explotación de los mantos acuíferos, no solo genera millonarias utilidades para empresas trasnacionales del sector –que no retribuyen ningún beneficio local-, sino que está dejando sin abasto a muchas comunidades, principalmente indígenas, de todo el país.

Un caso de estudio es el de la empresa Nestlé, la que a costa de la riqueza hídrica del país sigue engordando sus arcas; en promedio, el pago que la empresa hace al gobierno federal por la obtención de un metro cúbico de agua (equivalente a un tinaco) es de 19 pesos con 30 centavos, mismo que una vez embotellado en presentaciones de botellas de un litro genera una utilidad de 14 mil pesos.

El mercado del agua en México es liderado en ventas por la firma Nestlé, la que prácticamente conserva el control de casi el 32 por ciento del agua que se vende en botellas y garrafón, bajo las marcas Nestlé Pureza Vital, Perrier, S. Pellegrino, Nestlé Agüitas, Gerber y Sta. Maria, esta última envasada directamente de las aguas que aportan los escurrimientos y manantiales de la zona de deshielo del volcán Iztaccíhuatl, en la zona limítrofe de los estados de México y Puebla, en la comunidad de Santa Rita Tlahuapan.

En esta región, en donde Nestlé ha generado un conflicto social que ya lleva ocho años y que se ha agudizado en los últimos 24 meses, luego que los pobladores de ese municipio, uno de los más pobres del estado de Puebla, han solicitado regalías a la embotelladora por el uso del agua, se ha visto disminuido en forma considerable el abasto de agua a la población; Nestlé no solo utiliza el agua que escurre del deshielo, sino que ha logrado concesiones del gobierno federal para hacer perforaciones profundas que han secado algunos manantiales de la zona.

A causa de ello, en reclamo por el desmedido uso del agua que se comercializa en botellas y garrafones, en por lo menos cinco ocasiones en los últimos dos años, los habitantes de la comunidad de Santa Rita Tlahuapan han realizado bloqueos a la planta de embotellados que se ubica en el predio La Asunción, la que prácticamente ha dejado sin suministro de agua a los más de tres mil habitantes que viven en las comunidades de Emiliano Zapata, La Granja, Las Delicias e Ignacio Manuel Altamirano, en donde el suministro se ha visto reducido en casi un 60 por ciento.

Como resultado de la apropiación del principal manantial natural que tiene la zona, la Nestlé ha dejado sin posibilidad de agua para el riego de por lo menos dos mil hectáreas de cultivos de granos básicos, con una afectación directa a cerca de 250 ejidatarios y pequeños propietarios, quienes han tenido que dejar la actividad productiva para dedicarse a la prestación de servicios turísticos a través de la promoción del Santuario de la Luciérnaga, una iniciativa comunal para abatir el alto índice de desempleo que se ha comenzado a asomar en la región ante la falta de agua.

Frente a este panorama, los comuneros, ejidatarios y pequeños propietarios de Santa Rita Tlahuapan han intentado dialogar con los directivos de la planta embotelladora de Nestlé, pero como se da en la mayoría de los grandes consorcios, esta es una empresa oscura y sin rostro, pues no solo no existe un responsable visible para atender el diálogo reclamado, sino que la misma empresa no expone de manera publica sus índices de comercialización del agua embotellada.

De manera oficial, por los datos existentes en el Registro Público de Derechos de Agua de la CNA, se sabe que la Nestlé, solo en su planta de Santa Rita Tlahuapan, está haciendo uso de cinco manantiales, los que han sido totalmente privatizados, negando a los pobladores de la zona el acceso al líquido que de allí brota, del que oficialmente se tiene manifiesto que son 2 millones 095 mil 896 metros cúbicos (dos veces el agua que podría caber en un recipiente del tamaño del estadio Azteca) al año.

Este volumen de agua que envasado en botellas y garrafones tiene como destino el mercado nacional, y es solo una tercera parte de toda el agua que a nivel nacional utiliza la Nestlé para sus procesos industriales, en donde también se incluye la elaboración de alimentos marca Gerber, café soluble marca Nescafé, paletas y nieves Nestlé, jabones y champus L’Oreal y alimentos para ganado y mascotas de la marca Purina.

En el municipio de Santa Rita Tlahuapan, el volumen de agua que se extrae y obtiene de los manantiales y escurrimientos del Iztaccíhuatl, representa casi la mitad de toda el agua que se destina al consumo de la población, el que es de 2 millones 215 mil 346 metros cúbicos por año, y que se obtiene de 22 pozos en donde la CNA no autoriza volúmenes mayores a los 160 mil metros cúbicos de agua, por considerar esta región –solo para población- como una zona con áreas de veda, ante el agotamiento que ha comenzado a registrar la cuenca hidrológica del Balsas a la que pertenece.

Esa restricción dictada por el gobierno federal no se aplica al corporativo suizo, pues este cuenta con un manantial que por sí solo suministra un millón 072 mil 224 metros cúbicos de agua, el que sería suficiente para atender a casi la mitad de los más de 42 mil habitantes de todo el municipio de Santa Rita Tlahuapan, en donde por lo menos el 14.6 de las viviendas no cuenta con servicio de agua potable en su domicilio[1] y el 83 por ciento de la población vive en condiciones de pobreza extrema, como resultado principalmente del desempleo, el que ha venido en aumento en los últimos dos años.

Pleito por las regalías del agua en Puebla

Por esa razón, los tres últimos gobiernos municipales, en acompañamientos con los grupos agrícolas que se han visto afectados en su actividad productiva, han intentado solicitar el pago de regalías a la Nestlé, como una forma de compensación por el despojo del agua del que son objeto, pero la empresa no ha respondido, negándose a la posibilidad de un diálogo con los grupos campesinos afectados.

Como única respuesta al reclamo social del pago de regalías, la representación legal de Nestlé, en el 2013, aceptó un acercamiento con la autoridad municipal de Santa Rita Tlahuapan, a la que le ofreció no el otorgamiento de regalías para los afectados por el despojo del agua, sino un pago único anual de un “impuesto compensatorio”, bajo la condición de que ese recurso fuera invertido en obras públicas a favor de la comunidad.

El pago, que más que tranquilizar a la población reclamante la enardeció, fue de 17 mil pesos, algo así como mil 278 dólares al tipo de cambio de ese año, mismo que no fue aceptado por la administración municipal, pero de todas formas la representación legal de Nestlé hizo el depositó a una de las cuentas bancarias de la tesorería del municipio, a fin de eximirse de responsabilidades y reclamaciones.

Con base al volumen que extrae la firma Nestlé en el municipio de Santa Rita Tlahuapan, Puebla, la embotelladora tasó los 2 millones 095 mil 896 metros cúbicos de agua que utiliza y comercializa, a razón de menos de un centavo por metro cubico de agua, es decir, la Nestlé magnánimamente consideró pagar a la población de Santa Rita menos el 0.05 por ciento del monto que paga al gobierno federal por la ya preferencial tarifa.

El insulto del consorcio suizo a los pobladores de Santa Rita Tlahuapan no se quedó en ese ámbito; los despojados exigieron al entonces gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas, su mediación con la trasnacional, para buscar el pago de regalías a cada uno de los pobladores que se quedaron sin agua o la vieron disminuida, pero ni el gobernador pudo o no quiso hacer mucho: lo único que logró fue que se incrementara el pago del “impuesto compensatorio” al municipio, el que fue fijado en 200 mil pesos anuales, pero no hubo forma de que la Nestlé pagara regalías a la población.

Del 2014 al 2016, la trasnacional pagó 200 mil pesos por año al gobierno municipal, a manera de compensación por el uso desmedido del agua propiedad de los habitantes de esta localidad asentada a las faldas del Iztaccíhuatl, pero en el 2017, sin previo aviso, la tarifa de pago fue regateada por parte de la empresa, y se redujo la cantidad a 187 mil pesos, misma que fue pagada en el 2018. En el 2019 se pagó solo la cantidad de 150 mil pesos, en tanto que para el 2020 la Nestlé ya ha advertido al gobierno municipal que recudirá aún más la tarifa pagadera.

El sentimiento generalizado entre los pobladores de Santa Rita Tlahuapan hacia la planta industrializadora de agua de la Nestlé es de rechazo; nadie está convencido de que esa planta haya acarreado beneficios a la población, más bien la consideran como intrusa que llegó, bajo el insistente argumento de ofrecer empleo a la zona, para despojar a la comunidad de uno de sus bienes más preciado: el agua.

No solo se roban el agua, también la contaminan

El rechazo social que la planta Nestlé se ha ganado a pulso en esta zona de Puebla no solo es por el desmedido uso del agua, sino también por los altos volúmenes del líquido contaminado que arroja en forma diaria a los arroyos de la zona, por los que la empresa tampoco paga al gobierno municipal ni a las comunidades afectadas; el volumen de descargas de supuestas aguas tratadas, que no son tal, llega a los 16 mil 125 metros cúbicos de agua al año, solo en esta localidad.

El antiético comportamiento de Nestlé en la zona de Santa Rita Tlahuapan, no es único en el país; en el estado de Jalisco esta empresa mereció ser mencionada por el Grupo de Trabajo sobre Empresas y Derechos Humanos de la ONU, como un caso excepcional de los agentes contaminadores de las aguas del río Santiago, el que recibe las descargas de más de 300 industrias asentadas en el corredor industrial Ocotlán-El Salto[2], en franca violación a los derechos humanos de los grupos poblacionales asentados en la zona.

La ONU reconoce que más de 300 mil habitantes de los municipios de El Salto y Juanacatlán, Jalisco, se ven afectados y su calidad de vida se encuentra deteriorada por la contaminación que sobre el río Santiago hacen las empresas trasnacionales que encabezan Nestlé, Sachs, Hutsman, Genpro, Virbac, Kao, Grupo Celanese y Urrea, las que no compensan con el pago de derechos de agua a la federación la afectación social que ocasionan en los núcleos sociales inmediatos.

Pero el informe de la ONU aquí citado solamente hace alusión a la cantidad de agua contaminada, lo que ya es una agresión a los derechos individuales de la comunidad, por lo que a ello habrá que agregar el deterioro que en Ocotlán, dentro de la zona del río Santiago hace la empresa Nestlé a través del desmedido consumo de agua, el que supera el volumen que extrae en la región de Santa Rita Tlahuapan.

En Jalisco, la misma historia de despojo

En Ocotlán, la Nestlé utiliza un volumen de agua similar al que dispone el gobierno municipal para atender la demanda a la población, y que aun así el 14.4 por ciento de los casi 100 mil habitantes que tiene esta localidad, no cuentan con suministro de agua entubada en sus domicilios, por el simple hecho de que los mantos freáticos no alcanzan a suministrar el monto de la demanda que genera el colectivo.

Dicho en otras palabras, mientras el gobierno municipal de Ocotlán cuenta con 16 permisos que no han querido ser modificados al alza por la CNA, debido al estrés hídrico que se vive en la zona, con los que abastece a la población un volumen de 969 mil 059 metros cúbicos de agua, la Nestlé cuenta con cinco pozos que le garantizan un abasto promedio anual de 2 millones 455 mil 139 metros cúbicos de agua, de los que si tan solo distribuyera a la comunidad el 15 por ciento de ese volumen, la carencia de agua se terminaría para cientos de familias de las colonias periféricas del municipio.

La escasez de agua que se ha comenzado a agudizar en la zona de Ocotlán, la que se atribuye principalmente a la Nestlé, ha propiciado que aquí también se registre el fenómeno de la migración por falta de agua, pues solo entre el 2016 al 2018 se estima que fueron más de 147 familias las que tuvieron que dejar sus domicilios en las colonias La Florida, El Ferrocarril e Infonavit III, donde el agua pasó de ser limitada a escasa, registrándose, según el gobierno municipal una disminución de suministro de casi el 70 por ciento.

Las tres colonias más afectadas de Ocotlán por la falta de agua podrían ser bien atendidas si contaran con permisos de suministro de por lo menos 50 mil metros cúbicos de agua por año, pero el gobierno federal no ha permitido que los pozos de abasto a esa zona poblacional pasen de los 20 mil metros cúbicos de agua por año, esto bajo el argumento de la escasez del agua en la zona.

Así, mientras los vecinos de las tres mencionadas colonias no han podido arrancar un permiso del gobierno federal para que aumente el volumen de extracción en los pozos que les proveen, la Nestlé en esta misma localidad, cuenta con pozos en donde el que menor volumen de agua extrae es de 216 mil metros cúbicos de agua por año, más de cuatro veces de lo que está solicitando el municipio para atender la demanda básica de los pobladores de estas tres colonias.

Al consumo que hace la Nestlé, se suma el que realizan otras firmas del sector agropecuario, que han llevado al agua a sus límites, entre las que se encuentran Industrias Pecuarias El Pilar S.A. de C.V., e Industrias Pecuarias San Pedro S.A. de C.V., que consumen 216 mil y 441 mil metros cúbicos de agua al año, respectivamente, lo que establece que en este municipio la vacas y los cerdos tienen mayor posibilidad de acceso al agua que los propios pobladores.

Igual que en el municipio de Santa Rita Tlahuapan, Puebla, en Ocotlán, Jalisco, la Nestlé es un foco de emisión permanente de aguas negras, pues si parecía elevado el índice de generación de aguas residuales de 16 mil 125 metros cúbicos que al año hace en Puebla, esta cifra queda reducida por la cantidad de agua desperdiciada y tirada al caño que se registra en Ocotlán, donde el volumen de aguas negras se ubica en 2 millones 455 mil 139 metros cúbicos al año, según los datos oficiales del Registro Público de Derechos de Agua del Gobierno Federal.

Crisis de agua en San Juan de los Lagos y Lagos de Moreno

Allí, en el estado de Jalisco, pero en los municipios de San Juan de los Lagos y Lagos de Moreno, Nestlé también ha comenzado a generar una crisis por el agua, no solo por el uso de esta para sus procesos industriales, sino por la apertura del mercado de la leche que ha impulsado mediante la oferta de compra a los productores de la zona, los que en sociedades han comenzado a acopiar las concesiones de la CNA para la producción y engorda de ganado lechero.

En forma directa, la planta industrial de Nestlé en estas dos localidades utiliza 621 mil 200 metros cúbicos de agua, que si bien es cierto es menos de una tercera parte del agua que se destina, por ejemplo, a la población de la zona urbana de San Juan de los Lagos, también resulta que dicho volumen atendería plenamente las necesidades de los casi 11 mil habitantes de este municipio que no tienen suministro de agua potable en sus domicilios.

Pero el problema más grave de la operación de las plantas Nestlé, como se observa en el municipio de San Juan de los Lagos, radica en el incentivo de compra de leche que representa para los ganaderos de la zona, los que prácticamente se han apropiado del agua, la que no se ha limitado –como en otras partes del país- para este sector por parte del gobierno federal, porque abastece a la trasnacional.

Así, de manera indirecta, Nestlé fomenta el arrebato de agua a la comunidad de este municipio, pues solo la empresa Agropecuaria Santa Teresa S.A. de C.V. se ha apropiado de cinco pozos de donde extrae en forma anual un total de 774 mil 274 metros cúbicos de agua; la cifra puede observarse pequeña, pero si se compara con el dato que indica que hay poblaciones en este municipio, como las de La Sauceda, La Magdalena o La Caldera, que se abastecen solo en un 45 por ciento de sus necesidades con promedio de apenas 3 mil metros cúbicos de agua, la cifra resulta alarmante.

Otra empresa de alto beneficio de agua en esta localidad es la Impulsora Agropecuaria Santa Rosa S. de P. de R.L, la que mediante tres pozos se abastece con 324 mil metros cúbicos de agua, que serían suficientes para atender al cien por ciento las necesidades de todos los habitantes de las tres referidas colonias por un lapso de más de 50 años, según lo reconocen funcionarios del sistema municipal de agua potable del municipio, en donde se señala que de seguir el uso de agua en la proporción que a la fecha se hace por parte de la planta agroindustrial de este municipio, en menos de cinco años los niveles de abasto a la población entraran en una etapa crítica.

El estado de estrés hídrico en el que se encuentra el municipio de San Juan de los Lagos se ha agudizado en los últimos tres años, debido también a la extracción de agua que están realizando empresas como Celulosa Avícola de Tepatitlán S.A. de C.V. y Lechera Guadalajara S.A. de C.V., que en suma, mediante la operación de tres pozos extraen al año un promedio de 111 mil 250 metros cúbicos de agua, que es dos veces el agua que actualmente se suministra a los pobladores de la comunidad la Cuesta de Medina, que tiene una población de más de 2 mil habitantes.

La migración forzada que ya se registra en las comunidades de La Sauceda, La Magdalena, La Caldera y la Cuesta de Medina, de San Juan de los Lagos, en donde en los últimos dos años han tenido que abandonar la zona al menos unas 130 familias, luego que de la noche a la mañana dejaron de tener acceso al agua, se pudiera considerar también una causa directa del uso desmedido del agua que hacen las empresas Proteína Animal S.A. de C.V., y Rancho Jacales S.A. de C.V., pues la primera extrae de siete pozos un volumen anual de 857 mil 196 metros cúbicos de agua, en tanto que la segunda utiliza, mediante tres pozos activos, 557 mil 683 metros cúbicos de agua al año.

En Tlaxcala, Querétaro y Edomex, la Nestlé consume el agua

La perversidad de Nestlé, también se observa en la ciudad de Tlaxcala, donde su planta procesadora utiliza el agua de dos pozos, para abastecerse con un volumen de hasta 721 mil 728 metros cúbicos de agua al año, que representa una quinta parte del agua que el sistema municipal suministra a la población de la capital de ese estado, en donde el índice de desabasto se mantiene desde hace tres años en el 14.2 por ciento de la población.

Donde también tiene privilegios esta empresa, es en el Estado de México, pues solamente en el municipio de Toluca, la planta de Nestlé consume Un Millón 200 mil metros cúbicos de agua al año, lo que en términos generales es más del agua que utilizan en promedio cada uno de la mitad de los 125 municipios que tiene esta entidad, en donde no sobra decir que la mayoría de estos se encuentran sumidos en la pobreza con un desabasto promedio que llega a casi el 23 por ciento de la población.

En el estado de Querétaro, si bien es cierto que el suministro promedio de agua a la población alcanza el 95 por ciento y solo son algunas localidades de la zona rural las que no alcanzan el abasto total, es necesario señalar que la población urbana que mayormente no tiene un suministro constante de agua es la que se ubica en las inmediaciones de la industrializadora de Nestlé, la que utiliza cinco pozos, donde el que menos agua aporta es de 233 mil metros cúbicos de agua al año, una cantidad suficiente para atender por cinco años a una población de 10 mil habitantes; en esta entidad, la Nestlé se apropia de un millón 522 mil 200 metros cúbicos de agua cada año.

En el estado de Veracruz, con sus platas que operan en los municipios de Isla y Coatepec, esta última que procesa Café soluble de la marca Nescafé, el consorcio se ha apropiado de 905 mil 505 metros cúbicos de agua al año, casi la misma cantidad de agua que el gobierno municipal de Coatepec destina para el abasto de su población que supera los 85 mil habitantes, la mayoría de ellos ubicados en zonas rurales, donde el 18 por ciento no tiene acceso al servicio de agua entubada en sus viviendas.

En Chiapas y Aguascalientes, lo mismo

Otras localidades donde Nestlé extrae agua en menor medida comparada con la que hace en las localidades arriba mencionadas, son Rincón de Romo, Aguascalientes, y Pijijiapan y Chiapa de Corzo, Chiapas, pero aquí es más criminal la extracción, porque porcentaje de personas que no tienen acceso al líquido es muy superior al que se registra en el resto del país; en Rincón de Romo es casi el 27 por ciento de la población la que no tiene acceso al agua entibada en su municipio, mientras que en Chiapa de Corso casi llega al 32 por ciento la proporción de la población que carece de agua en su casa.

Aun así, en el municipio de Rincón de Romo, Aguascalientes, la CNA ha otorgado un permiso a la Nestlé para que disponga anualmente de 18 mil metros cúbicos de agua, los que serían suficientes para disminuir al menos cinco puntos porcentuales el índice de población sin agua en esta localidad; en Chiapa de Corso, Chiapas, esta misma empresa goza del beneficio de tener a su disposición cada año un volumen de agua de 100 mil metros cúbicos, mientras que en Pijijiapan, utiliza 11 mil 800 metros cúbicos, que serían suficientes para atender la demanda de casi la mitad de los pobladores que en esta localidad no cuentan con el sistema de agua potable en sus viviendas.

Así como operan Nestlé, que han visto en la comercialización del agua embotellada uno de los negocios más rentables, en el país existen otras Mil 725 empresas, pequeñas y medianas, que en algunos casos se benefician con concesiones de agua del gobierno federal para su actividad industrial, pero la mayoría no cuentan con ese beneficio y ello les obliga a conectarse a los sistemas municipales de agua potable, con lo que –en ambos casos- contribuyen a disminuir la posibilidad de abasto a la población.

Coincidentemente la mayoría de las empresas de agua embotellada se ubican en aquellas entidades y localidades en donde el agua es más escasa, lo que sostiene la tesis empresarial de Pepsi Co, de atender los mercados de la población que se están quedando sin agua precisamente por su actividad industrial, lo que a final de cuentas es un negocio redondo: a menos agua en la tubería, mayor la demanda de agua envasada, sea en garrafón o en botellas personales.

La entidad que más empresas de agua embotellada mantiene en operación es la Ciudad de México, en donde se concentra el 56 por ciento de todas las industrias de este ramo, sigue después el Estados de México con el 12.1 por ciento, Nuevo León con el 4.7 por ciento y Jalisco con el 4.5 por ciento de plantas envasadoras de agua. En contraparte los estados con mayor cantidad de agua, son los que registran menor cantidad de plantas industrializadoras, como es el caso de Campeche, Nayarit y Tabasco, en donde solo operan una en cada uno de los primeros estados y tres en este último.

Referencias

[1] Sedesol, Informe Anual sobre la Situación de Pobreza y Rezago social, Tlahuapan, México, 2010

[2] ONU, Compendio de Información que Presentan la Coalición de Organizaciones de la Sociedad Civil al Grupo de Trabajo sobre Empresas y Derechos Humanos de la ONU, P.77, México, 29 de agosto de 2016.

http://www.zenzontle400.mx/

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