Por Napoleón Estrada/Sarvan Mangalam
Desde tiempos inmemoriales, la pregunta por la verdad ha sido la principal interrogante y el más alto desafío para el intelecto. En la Grecia arcaica, la verdad llegó a ser considerada como una “diosa-revelación”; ardua “pradera de la verdad”. Un camino difícil de seguir, no digamos alcanzar.
Reflexionar, escribir y discutir sobre lo que consideramos qué es verdad es un asunto sumamente complicado. Y su historia ha sido conflictiva desde sus orígenes míticos y religiosos hasta el orden racional y la palabra secularizada y científica de nuestros días.
La verdad: ¿Por qué nos importa? ¿Qué implicaciones tendría vivir en una sociedad que renuncie a ella, en la que predominen el engaño, la falsedad, la publicidad y nada de esto pueda ser susceptible de refutación? ¿Acaso será posible pensar en la justicia, la belleza, la política, el diálogo, es decir, en la vida comunitaria, sin el horizonte de la verdad?
¿Quién tiene derecho a discutirla? ¿Todos podemos? ¿Cómo elegir entre dos argumentos contradictorios? ¿Cuáles son las reglas para el razonamiento? ¿Cuáles, las formas de demostración? ¿Y las consecuencias de sus prácticas jurídicas y políticas?
El filósofo Giorgio Colli escribió lo siguiente: “La verdad nunca queda comprometida, todo lo que se dice a cuenta de ella puede ser falso e ilusorio”.
Decidir, elegir, pensar, son desafíos que la vida nos arroja, y requieren de un esfuerzo insaciable por la verdad objetiva y abierta que se establece por y en el diálogo inteligente. Un camino difícil de alcanzar, pero irrenunciable y, suponemos, altamente gratificante.
La sesión estará a cargo de Alberto Fonseca Ornelas. Es filósofo. Sus áreas de investigación son la Lógica, la Filosofía del Lenguaje y de la Mente. Actualmente es profesor investigador de la Academia de Filosofía en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).
Miércoles 22 de mayo, 17:00 horas, aula magna del plantel Del Valle de la UACM. Entrada libre.