Felipe Calderón, el expresidente que extraña ser presidente

Por Marco Jiménez

Felipe Calderón Hinojosa, quien fuera presidente de México en el periodo de 2006 a 2012, no ha querido pasar desapercibido desde que Andrés Manuel López Obrador tomó posesión como presidente, incluso antes.
Al no poderse reelegirse, buscó que su esposa Margarita Zavala fuera la primer mujer presidenta de México en las pasadas elecciones, con un fracaso rotundo.
La exprimera dama tuvo que bajarse antes de dichas elecciones por no contar con el apoyo popular, sin embargo, no parece que lo hayan entendido tanto Felipe como Margarita. Y es que la población está dividida en lo que representa Calderón para la historia de México y la creación de su nuevo partido que, al parecer, tampoco ha tenido éxito.
Por una parte están sus mas fieles seguidores, que lo califican como “el mejor presidente que ha tenido México”; el que tuvo valor para confrontar a los cárteles de la droga; el hombre que, en su misericordia, deja expresar a personas que lo llaman “espurio”, a medios de comunicación y, básicamente, a cualquier persona que pueda reclamarle algo en lo que no haya estado de acuerdo en su gobierno.
Por otro lado están las personas que lo señalan como el hombre que desató la violencia en nuestro país; un genocida, un vende patrias, un corrupto, que se robó las polémicas elecciones de 2006, y una persona que le gusta la bebida en exceso.
Hoy vuelve como Ave Fénix a la escena pública, dando declaraciones sobre cómo debe ser manejado el asunto de la Policía Federal y, por supuesto, que es un tema que le puede llegar a lo más sensible de su ser. Y es que él la creó, con el liderazgo de Genaro García Luna, el cual ha tenido varios señalamientos de nexos con el narcotráfico. Incluso su nombre salió en el juicio del “Chapo” Guzman cuando el “Rey Zambada” declaró que le dio más de 6.5 millones de dólares.
Los datos sobre la lucha contra el narcotráfico son duros contra Felipe Calderón, ya que dejó más de 80 mil muertos en su sexenio, 20 mil desaparecidos, sin olvidar el nexo de la tragedia de la Guardería ABC, donde murieron niños quemados y que sigue sin haber justicia
Calderón debería ser investigado por estos hechos y muchos más, como colusión con el narcotráfico, si es que es cierto lo que se dijo en el juicio del “Chapo” y las investigaciones que ha hecho la periodista Anabel Hernández, que pueden encontrar en sus libros, “Los señores del narco, Los cómplices del presidente y Mexico en llamas”. Otros delitos que podrían ser tomados en cuenta contra Calderón serían genocidio, crímenes de lesa humanidad y traición a la patria por la Iniciativa Mérida.
En esta misma semana subió un video de más de 8 minutos, donde parecía extrañar su puesto como primer mandatario. Una bandera de México a su lado izquierdo. Del lado derecho hay un librero donde, a lo lejos, se ven fotos de su familia apenas reconocibles.
El expanista da un consejo “con todo respeto” hacia el actual mandatario, creando un ambiente formal, donde contiene valores patrios como la bandera y valores sociales, como la familia.
Parecía que extrañaba sus tiempos de presidente, aquellos tiempos donde daba mensajes a todo el país, donde podía salir con la banda presidencial o vestido de militar para sentirse un hombre valiente. Hoy Felipe Calderón, al parecer enfermo de poder, quiere seguir siendo protagonista de la vida pública.
Plutarco Elías Calles, presidente de 1924 a 1928, creó el Partido Nacional Revolucionario (PNR). Fue el expresidente al que se le conoció como el “máximo jefe de la Revolución” y un periodo llamado como el Maximato.
Se dice que era tal el poder de Calles que su sucesor en la Presidencia, Pascual Ortiz Rubio, decidió renunciar a su puesto por la presión e inherencia que ejercía Calles hacia este. Su sucesor sería Abelardo L. Rodríguez, quien sería manejado por Calles a su antojo.
Para el siguiente periodo presidencial, de 1934 a 1940, Calles postula al general Lázaro Cárdenas del Río, el cual es elegido presidente, sin embargo, después de cuatro meses, Cárdenas y su cuerpo militar van a casa de Calles por la noche y lo suben a un avión militar.
Plutarco Elías Calles, el “jefe máximo de la revolución”, era desterrado de México y regresaría hasta 1945 gracias a una invitación del entonces presidente Manuel Ávila Camacho.
Felipe Calderón, al igual que Plutarco Elías Calles, quiere ejercer poder y presencia en la vida política y pública del país. Calderón está activamente actuando y ejerciendo influencia en grupos contrarios al presidente López Obrador, lo cual está generando, más que una opinión, una polarización en la sociedad que puede estar a favor o en contra de AMLO.
Sin embargo, Calderón olvida que los expresidentes se mantienen al margen de la política mexicana para no afectar al país con sus intervenciones
Andrés Manuel, si quiere tener legitimidad y menor presión política, deberá actuar rápido y poner un alto a Calderón, ya sea por consulta popular de llevarlo a juicio, o por estrategia política, que es al exilio.

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