Por J. Jesús Lemus/Zenzontle400
En su informe, a un año de haber ganado las elecciones, el presidente de la republica Andrés Manuel López Obrador, reconoció que los índices de violencia en el país –heredados de las pasadas administraciones- no se han podido reducir. Dijo que el combate a la delincuencia es una de las tareas que más ocupan al actual gobierno, donde la principal estrategia es la puesta en operación de la Guardia Nacional.
Lo que no dijo el presidente López Obrador es que el crimen organizado, resultado de la extensión de los carteles de las drogas, no solo no se ha podido disminuir, sino que sigue en franco crecimiento: el gobierno del presiente Enrique Peña Nieto cerró su administración con la presencia de nueve carteles de las drogas y la operatividad de 33 grupos delictivos asociados a estos.
En lo que va de este gobierno ya son 12 carteles y por lo menos 38 grupos delictivos los que se disputan el territorio y las rutas para el trasiego de drogas al mayoreo y ventas al menudeo, donde el Cartel Jalisco Nueva Generación mantiene la preponderancia en el control de las actividades criminales dentro de todo el territorio nacional.
De Nueve, Ahora 12 Carteles de las Drogas
Según fuentes oficiales de la Fiscalía General de la República (FGR), a la fecha los carteles que operan en el país, donde ninguna entidad federativa queda intocada por la presencia del narco, son Jalisco Nueva Generación, Caballeros Templarios, Cartel del Golfo, Los Zetas, Beltrán Leyva, Cartel de los Carrillo Fuentes, La Familia Michoacana, Cartel de los Arellano Félix y Cartel de Sinaloa.
Pero Zenzontle400 tiene otros datos. A esos carteles se suman el de Tlahuica, Los Viagra y Cartel de Santa Rosa de Lima, los que en los últimos siete meses dejaron de ser grupos delictivos locales en Morelos, Michoacán y Guanajuato, respectivamente, para convertirse en estructuras criminales con presencia a nivel nacional con actividades de trasiego de drogas.
El cartel de Tlahuica, que era hasta hace unos meses solo un grupo delictivo dedicado –en el estado de Morelos- a la extorsión, el secuestro y el cobro del agua, ahora mantiene presencia en Guerrero, Puebla y Oaxaca, donde disputa el control no solo de las rutas para el trasiego de drogas, sino que ha incursionado como una organización dedicada al tráfico de armas.
Los Viagra, que como escisión de la Familia Michoacana, se había mantenido en la zona de Tierra Caliente en Michoacán como un grupo dedicado al secuestro y al trafico menor de drogas, ahora mantiene presencia como un actor importante en el trasiego de drogas en los estados de Colima, Jalisco, Nayarit y Guanajuato.
Lo mismo sucede con el cartel de Santa Rosa de Lima, el que hasta diciembre del año pasado era solo un grupo criminal dedicado al robo de combustibles en Guanajuato, pero que a causa del combate frontal al huachicoleo, se tuvo que expandir a otras actividades criminales para poder subsistir, entre ellas el secuestro, la extorsión y el tráfico de drogas, extendiendo a la fecha su presencia hacia los estados de Querétaro, Ciudad de México, Aguascalientes y San Luis Potosí.
Los Carteles y sus Asociados
De acuerdo a fuentes extraoficiales de la FGR consultadas por Zenzontle400, de los carteles que oficialmente se reconocen en operación, a la fecha solo los de Jalisco Nueva Generación y de los Caballeros Templarios, son los que no cuentan con grupos criminales locales asociados, manteniendo una expansión con sus propios medios y recursos, que se consideran los más importantes en todo el país.
Oficialmente se observa que el Cártel del Golfo se vale de seis grupos asociados para mantener el control de los estados de Tamaulipas y Quintana Roo Metros, donde una de sus principales fuentes de ingresos es el tráfico de migrantes: en Reynosa, está aliado con Los Metros; en Tampico opera con el Grupo Dragón; en Matamoros con Los Rojos; Los Fresitas apoyan en la zona sur de Tamaulipas; mientras que con Los Pelones y Talibanes se auxilia en Cancún.
El cartel de los Beltrán Leyva mantiene su presencia criminal en Guerrero, Aguascalientes, Baja California Sur, Sinaloa y Morelos con el apoyo de siete grupos asociados: el Cártel Independiente en Acapulco, Los Ardillos en la zona de la montaña y centro de Guerrero, La Oficina con presencia en Aguascalientes y Baja California Sur, Los Rojos en el Centro y norte de Guerrero y Morelos, Los Granados en la Tierra Caliente de Guerrero; Los Panchillos, Los Huevos o El 2000 so su brazo armado en Guerrero, y Los Mazatlecos en Sinaloa y Baja California Sur
El cartel de Los Zetas, que mantiene su presencia en los estados Tamaulipas, Aguascalientes, Guanajuato, Zacatecas, San Luis Potosí, Oaxaca y Estado de México, se apoya con tres de los grupos delictivos más sanguinarios de todo el país: El Grupo Operativo Los Zetas, el Grupo Especial de Zetas y Fuerzas especiales Zetas.
Por su parte el cartel de los Carrillo Fuentes, que se centra en sus actividades criminales dentro del estado de Chihuahua, donde cada vez más se aleja del trasiego de drogas para centrar la obtención de sus recursos a través del secuestro y la extorsión, opera con dos grupos asociados: La Línea y Los Aztecas.
Igual sucede con el cartel de los Arellano Félix, también cada vez más alejado del trasiego de drogas para ubicarse dentro de otras actividades criminales como el tráfico de personas, el secuestro y la extorsión, el que no ha dejado de mantener el control del estado de Baja California, donde opera con tres grupos asociados: El Chan, El Jorquera y El Kieto.
Uno de los carteles que ha tenido también una expansión considerable en los últimos meses, pese a que se había decretado extinto por el gobierno del presidente Felipe Calderón, es el de La Familia Michoacana, el que se ha fortalecido con el apoyo de por lo menos siete grupos de autodefensas en el estado de Michoacán, y se ha asociado con Los Guerreros Unidos y La Empresa, La Empresa para mantener sus presencia en Michoacán, Guerrero, Morelos y el Estado de México.
Por su parte el Cartel de Sinaloa, el que sufre un reacomodo al interior tras la pérdida del liderazgo de Joaquín Guzmán Lopera, se mantiene presente en Sinaloa, Chihuahua, Durango, Coahuila, Baja California, Baja California Sur y Sonora, esto mediante la alianza que ha logrado con diez grupos criminales: Gente Nueva de Sinaloa y Chihuahua; Los Cabrera en Durango y Chihuahua; el cartel del Poniente o de La Laguna en Durango y Coahuila; El Aquiles y El Tigre en Baja California; La Banda del 28 en Baja California Sur; Los Artistas, Asesinos, Los Mexicles y Los Salazar en Chihuahua, y Los Meños en Sonora.
El Mencho, Va por Todo
De todos los carteles de las drogas que se siguen expandiendo en el territorio nacional, el que se observa con mayor fuerza de organización y recursos es el Cartel Jalisco Nueva Generación. Esto no solo lo confirman fuentes de esa organización criminal, sino también los análisis del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) del gobierno federal, donde se sabe de un rompimiento entre Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, con la fracción del Cartel de Sinaloa que es encabezada por Ismael Zambada García “El Mayo”, con el que se había aliado después de la recaptura de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, en enero del 2016.
El rompimiento de los dos carteles, los más importantes en el trasiego de drogas en México, podría haber sido motivado por la entrega a las autoridades federales de Estados Unidos de Dámaso Lopez Serrano “El Mini Lic”, el jefe del Cartel de Los Dámaso, lo que propició que toda la estructura de las Fuerzas Especiales de Dámaso (FED) haya pasado al control del CJNG.
La hipótesis de que el CJNG rompió con el Cartel de Sinaloa, y ahora busca ampliar su presencia a todos el territorio nacional, parte de la exposición del mensaje dejado en una manta en la ciudad de Saltillo, en donde la organización liderada por “El Mencho” emplaza a todos los carteles que operan en la zona de limítrofe de Coahuila y Nuevo León, “para que abandonen el estado en un máximo de 72 horas…”.
A ese mensaje se agregan otros aparecidos en mantas en los estados de Colima, Guerrero, Veracruz, Baja California, Querétaro, Baja California Sur y Nayarit, en donde sumado a señalamientos de protección oficial hacia células del Cartel de Sinaloa, se advierte de la llegada de los grupos del CJNG para hacerse cargo del control de las plazas que habían sido del pleno dominio del Cartel de Sinaloa.
La pretensión del CJNG de ampliar su presencia a todo el territorio nacional no sólo anuncia una guerra abierta contra el Cartel de Sinaloa, sino que se presume una confrontación con otros carteles, tal como lo establece el narco mensaje difundido en Saltillo, Coahuila, en donde se advierte a los integrantes de los carteles de Los Zetas y Del Golfo (CDG) y Del Noreste (CDN), la intención de apropiarse de los territorios que venían controlando.
De acuerdo a una respuesta oficial emitida por la Unidad de Transparencia y Apertura Gubernamental de la Procuraduría General de la Republica (PGR), el predominio del Cartel de Sinaloa se concentra en los estados de Chihuahua, Durango, Coahuila, Baja California Sur, Baja California, Sonora y naturalmente en Sinaloa.
Por su parte, el cartel de Los Zetas, de acuerdo a la versión oficial de la PGR, mantiene preponderancia en las actividades criminales en la parte norte del estado de Tamaulipas, mientras que el Cartel del Golfo mantiene el predominio delincuencial en la parte sur del estado de Tamaulipas y en todo el estado de Quintana Roo.
Hasta el último balance realizado por la unidad de inteligencia de la PGR, que data del año pasado, el CJNG registraba ya dominio pleno de las actividades delincuenciales en los estados de Colima, Michoacán, Jalisco, Nayarit, Guanajuato, Guerrero, Morelos, Veracruz, pero ahora pretende ampliar su presencia a por lo menos otros nueve estados, con lo que ya serían 17 las entidades bajo su control.
Alianzas Menores, pero Importantes
Para cumplir con su cometido, de disputa de todo el territorio nacional al Cartel de Sinaloa, según se considera en el área de inteligencia del gobierno federal, el CJNG se ha comenzado a valer de alianzas locales con grupos armados y pandillas que en su momento actuaron como brazos ejecutores de los carteles en predominio, a los que hoy reta.
En Chihuahua, por ejemplo, el Cartel de Nemesio Oseguera, se ha podido hacer de una gran parte de la estructura criminal local que estaba al servicio del Cartel de Sinaloa, manteniendo ahora bajo su control a disidentes de los grupos de La Gente Nueva, Los Cabrera y Los Artistas Asesinos; se ha pactado también con una sección de La Línea, que se hace llamar Los Linces o el Nuevo Cartel de Juárez (NCDJ).
En los estados de Durango y Coahuila, el CJNG ya logró seccionar al grupo autodenominado el Cartel del Poniente (CDP) y/o De La Laguna (CDL), el que era aliado del Cartel de Sinaloa, mientras que en Baja California y Baja California Sur el Cartel Jalisco se ha podido hacer del respaldo de los grupos de El Tigre y Del 28, los que hasta hace unos días fueron aliados de Dámaso López Serrano, “El Mini Lic”.
En Sonora, los grupos de Los Salazar y Los Memos, antes aliados del Cartel de Sinaloa, hoy se estima que ya están del lado del CJNG para disputar el control del territorio al grupo que lidera Ismael Zambada García, “El Mayo”, con quien habrían surgido diferencias por la división del territorio que era controlado por el Cartel de Los Dámaso, ahora en extinción.
El poderío económico del CJNG también se ha resentido en Tamaulipas, en donde fuentes del CNI estiman que ya controla las bandas aliadas de los Zetas, al menos una gran parte de lo que era el Grupo Operativo Zetas (GOZ) y Las Fuerzas Especiales Zetas (FEZ), así como los grupos de Los Metros y Los Dragones, que estaban al servicio del Cartel del Golfo.
Otro grupos delincuenciales locales de los que se ha hecho aliado el CJNG, que le dan fuerza para disputar otros estados, son los de Los Pelones y Los Talibanes, que durante los últimos tres años estuvieron al servicio del Cartel del Golfo en el estado de Quintana Roo.
Va también contra “Los Chapitos”
Las diferencias entre el CJNG y la familia de “El Chapo”, ya habían quedado marcadas desde agosto del 2016, cuando un grupo armado del Cartel de Jalisco, por instrucción de Nemesio Oseguera, secuestró en Puerto Vallarta a Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, los hijos de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, mismas que ahora han quedado públicamente demostradas por mensajes aparecidos en diversas partes del país.
En uno de las narco manta, el CJNG señala “nosotros sí somos gente que sabe respetar a la población y no somos como ustedes…nosotros sí sabemos trabajar y a ti Mayo y a los Menores (los hijos de “El Chapo”) les debería dar vergüenza lo bajo que ha caído su organización…”, lo que apunta hacia una confrontación más abierta entre el CJNG con los familiares de Guzmán Loera, que aún mantienen algún grado de control en alguna sección del Cartel de Sinaloa.
La declaratoria de guerra del CJNG contra la familia de “El Chapo” Guzmán, se sustenta, de acuerdo a fuentes de la FGR, en el hecho de que el Cartel de Jalisco ya tiene el control de gran parte de las pandillas locales que una vez estuvieron del lado de los hijos de “El Chapo”, como Los Mazatlecos, La Banda del Panchillo Huevos y La Oficina, estos con mayor presencia en Sonora, y Baja California Sur.
Otras bandas delincuenciales que se han sumado a la empresa del CJNG, para enfrentar al grupo de los hijos de El Chapo Guzmán, en busca del control del narcotráfico en la mayor parte del país, según fuentes Inteligencia Militar, son las del Chan, El Kieto y El Jorquera, las que una vez estuvieron al servicio del cartel de los Hermanos Arellano Félix, en la zona de Baja California y en el norte del estado de Sonora.
Cartel con Presencia Nacional
De todos los carteles de las drogas que se mantienen activos en el país, es el del CJNG el que –de acuerdo a fuentes de la FGR- registra mayor presencia en el territorio nacional, pues aun cuando manifiestan pleno poderío de las actividades delincuenciales en 17 estados del país, sus células se extienden en todos los estados, incluyendo la Ciudad de México.
En entidades como Michoacán, Aguascalientes, San Luis Potosí, Querétaro, y Tlaxcala, el crecimiento del CJNG ha ido de la mano con la alianza pactada con el cartel de Los Caballeros Templarios, con el que actualmente fraguan una alianza en el estado de Nuevo León, para encarar a los carteles de Los Zetas y Del Golfo.
De la mano del cartel de La Familia Michoacana, el CJNG también ha podido afianzar su presencia en los estados del sureste, principalmente en Oaxaca, Tabasco, Chiapas y Campeche, donde se mantiene abierta la confrontación con el cartel Del Golfo, al que le han podido arrebatar el control de algunos grupos delincuenciales locales, como El Cartel de Tehuantepec y El Cartel de Los Pantoja.
En el Estado de México, el CJNG, en alianza con el Cartel de La Familia Michoacana se han podido hacer del control territorial, al sumar en sus filas a grupos delincuenciales como La Empresa, Guerreros Unidos, El Cartel de Tláhuac y La Banda de “El Gallito”, con los que también han ganado presencia en la ciudad de México.
Otro de los avances importantes que se le atribuyen al CJNG, en cuando a dominio de territorio que disputan al cartel de Sinaloa, son los estados de Puebla y Veracruz, en donde la agrupación criminal se ha fortalecido al establecer alianzas con los grupos delincuenciales locales de El Cartel del Totonacapán, la banda de “El Toñín” y una escisión del grupo de “El Bukanas”.