En el abandono, 80% de la población femenina en prisiones; “a la mujer no se le perdona”: Cándano

Por Rivelino Rueda

El 12 por ciento de las mujeres internas en centros penitenciarios de México no tienen registrado a ningún familiar en su ‘kardex’ para autorizar visitas, mientras que el 70 por ciento no recibe visita alguna.

En contraste, de los más de 36 mil hombres en prisión, nueve de cada diez tiene visita familiar o conyugal frecuente.

De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el Congreso de la Ciudad de México y el Sistema Penitenciario de la CDMX, estas cifras han aumentado en los últimos años.

Por ejemplo, el  INEGI reveló en un estudio que en el país existen 10 mil 722 mujeres en situación de cárcel, de las cuales 9 mil 601 se encuentran en penitenciarias estatales y mil 121 en federales.

Jimena Cándano, directora general de Fundación Reintegra, anota que las mujeres en este escenario suelen experimentar un doble castigo: la condena por el delito cometido, que conlleva a la pérdida de la libertad, la privacidad y algunos otros derechos, y a la par el abandono social y familiar.

Y es que de acuerdo a números del Congreso de la CDMX, tan sólo el año pasado en la capital existían mil 547 mujeres en esta circunstancia: 385 están por robo calificado, seis por robo simple, 26 por lesiones, 291 por homicidio, 154 por delitos contra la salud, 121 por delitos sexuales, 300 por privación ilegal de la libertad, 21 por uso de armas de fuego y explosivos, 33 por delincuencia organizada, 44 por extorsión y 166 por delitos diversos.

En tanto, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos calcula que el 80 por ciento de la población de Centros Femeniles de Reinserción Social de Santa Martha Acatitla y Tepepan, están abandonadas por sus familiares y amigos.

“A la mujer no se le ‘perdona’ haberse equivocado. Las etiquetas, los estereotipos y el abandono que sufren por cuestión de género son frecuentemente más severos.  Las cifras que tenemos en Reintegra no distan mucho del contexto nacional. Sólo entre el 5 y el 10 por ciento de la población atendida en la Fundación son adolescentes, mujeres en conflicto con la ley”, comenta Jimena Cándano.

Mencionó que los gobiernos y la ciudadanía en general debe tomar más conciencia respecto al cambio de actitud ante las mujeres privadas de libertad, e incluso consolidar en México una verdadera justicia con perspectiva de género.

“Para nosotras en Reintegra la equidad e igualdad de género es un tema transversal que se trabaja con las y los adolescentes, pero también con los padres y madres de familia, ya que fortaleciendo en ellas y ellos estos conceptos ayudamos también a la prevención del delito”.

Destaca que el abandono social y familiar del que son víctima las mujeres que han cometido un delito disminuye sus posibilidades de reinserción social, y dijo que por ello resulta primordial terminar con los estigmas sociales que las  aíslan tanto en prisión como una vez que recuperan su libertad.

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