El éxodo venezolano y la crisis humanitaria

Por Juan Alva

Es una realidad que, hoy en día, Venezuela vive una verdadera crisis humanitaria. Es algo tan obvio y tan evidente que resulta irrisorio lo declarado por el presidente de ese país, Nicolás Maduro, en la Organización de las Naciones Unidas, al afirmar que se ha fabricado una crisis migratoria que se cae por su propio peso, que pretende desviar las verdaderas crisis migratorias que hay en el mundo.

Incluso, tacha de “moda” el emigrar, cegándose ante los cerca de 2 millones de venezolanos que han huido de ese país, según cifra de la propia ONU.

No cabe duda que en muchos lugares del mundo hay problemas económicos, sociales y políticos. En México, por ejemplo, se viven todos esos problemas y más, además de una crisis de violencia e ingobernabilidad. En el caso de la migración, muchos mexicanos anhelan el sueño americano, para tener una mejor calidad de vida, pensando que en Estados Unidos la encontrarán.

Sin embargo, lo que se vive en Venezuela es sin duda algo preocupante. Todo comenzó en el año 1999, en que Hugo Chávez, asume por primera vez la Presidencia de ese país, comenzando con una serie de reformas sociales como parte de lo que llamó la “Revolución Bolivariana”, descrita como un tipo de revolución socialista, teniendo como principal objetivo la reforma de la constitución de ese país, con el fin de “relegitimar los poderes”.

En 2001 se da la primera reelección de Chávez, en donde comienzan los problemas sociales con el paro realizado por Fedecámaras y la CTV, que al final no lograron que el gobierno retrocediera en el paquete de leyes habilitantes; un golpe de estado fallido en el año 2002 o el paro petrolero de 2002-2003, en 2004 ganó el referéndum presidencial de 2004, lo que lo mantuvo en la Presidencia de Venezuela.

Ello dio como resultado su reelección en el año 2006, con más del 60% de los votos, repitiéndose la historia en el año 2012, sin que en dicho periodo pudiera protestar el cargo, debido al cáncer que se le había diagnosticado en junio de 2011.

El 5 de marzo de 2013 Hugo Chávez muere a la edad de 58 años, dejando un Venezuela con crisis, incertidumbre, hartazgo de un presidente que en campaña prometía reformas en beneficio del pueblo venezolano, prometía no perpetuarse en el gobierno, prometía apertura en las decisiones políticas, actuando de manera contraria, debido a que sólo la muerte lo separó del cargo. Los opositores al gobierno chavista eran perseguidos y encarcelados, además de enemistarse con diversos países, creando una crisis internacional.

A la muerte de Chávez, Nicolás Maduro asume el cargo de presidente encargado de Venezuela, hasta la celebración de elecciones presidenciales, mismas que se llevaron a cabo el día 14 de abril de ese mismo año, resultando ganador el propio maduro, con el 50.61% de los votos, derrotando a Henri Capriles.

A partir de esa fecha, comenzó la agonía del pueblo venezolano, la falta de alimento, agua, empleo, seguridad social, seguridad pública, estabilidad económica, libertad de expresión, transparencia, equidad, gobernabilidad, entre otras muchas otras cosas ha llevado que muchos venezolanos comiencen un éxodo lleno de obstáculos y peligros en tal travesía.

Actualmente han sido seis países los que han enviado una carta a la Corte Penal Internacional para investigar crímenes de lesa humanidad en Venezuela, firmando dicha misiva Argentina, Colombia, Perú, Chile, Paraguay y Canadá.

En su intervención en la Organización de las Naciones Unidas, Maduro acudió con el fin de contar su verdad y desestimar todas las acusaciones a las violaciones de derechos humanos que han hecho otros países y ciudadanos venezolanos.

Además, acusó que su país era víctima de agresión de carácter diplomática, refiriéndose a las sanciones económicas que ha impuesto Estados Unidos a su círculo más cercano como son su propia esposa, su Ministro de Defensa y Diosdado Cabello, uno de los hombres más allegados al presidente.

Uno de los argumentos que defendió Maduro fue el hecho de que los Estados Unidos y la comunidad internacional están interesados en que se termine la Revolución Bolivariana, iniciada por Chávez, por las reservas de petróleo, que son las más grandes del mundo, además de que Venezuela posee la reserva más grande de oro del mundo bajo estándares internacionales.

De las declaraciones de Maduro, sólo se pudo ver que se dedicó a culpar a todos, incluso al propio pueblo venezolano, antes que admitir que realmente su gestión ha sido catastrófica para ese país. Se dedicó a señalar que la gran mayoría de la comunidad internacional está contra Venezuela, pero que realmente, se vive un mundo en rosa.

Se trata de una desfachatez de Nicolás Maduro declarar todo eso cuando es evidente la denuncia de miles de venezolanos, cuando las imágenes del éxodo de miles de personas queriendo salir del país son evidentes, cuando las redes sociales han mostrado videos y fotografías de personas peleando por comida en la calle, cuando se ha visto en noticiarios la represión por parte de la policía venezolana contra manifestantes opositores al gobierno de Maduro, cuando hace unos días se le vio comiendo en un restaurante de prestigio en Turquía, con un chef reconocido, cuando hay personas muriendo de hambre.

Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, ha declarado que analizará una intervención de ese país en Venezuela ante la crisis humanitaria, lo que ha provocado una reacción de Nicolás Maduro, al decir que Venezuela está mejor que nunca, y que sin problema alguno, las fuerzas militares de Venezuela podrían derrotar fácilmente a Trump.

Hace un par de días veía un reportaje de Carlos Loret de Mola denominado “Ya más nada”, que retrata fielmente la situación preocupante que se vive en Venezuela, y al ver ese reportaje, realmente son desgarradoras las historias que se ven y se escuchan, desde personas que pasan por climas extremos, del calor sofocante al frío insoportable en lo que le llaman “La Nevera”.

Se escuchan historias de mujeres que salen de Venezuela para dedicarse a la prostitución, cantantes en el Metro, limpia parabrisas y mendigando en las calles de otros países, lo que ha llevado a conflictos que se viven, por ejemplo en Brasil, en donde se ha exigido a las autoridades que los retiren de las calles, lo que ha llevado a enfrentamientos con los migrantes venezolanos.

Es urgente que la comunidad internacional haga algo ante la deplorable situación que se vive en Venezuela. No puede seguir esta situación, en la que la gente muere de hambre, sale de sus casas, dejando todo detrás, trabajo, vida, familia, sueños, metas, para sobrevivir, para vivir un día más ante lo que se vive en su país, en donde nacieron y donde cimentaron todas sus esperanzas.

Las historias que se escuchan, que se ven, son muchísimas, se podría escribir un libro entero y ni así se termina de denunciar la injusticia, lo lamentable, lo triste que se vive en Venezuela y, desde luego, la impotencia de muchas personas que vemos eso sin poder hacer nada.

Se ven escenas como las que se ven cuando se habla de “La Bestia”, cuando migrantes centroamericanos tienen como meta llegar a Estados Unidos, pasando por México, pasando hambre, inseguridad, frío, sed y humillaciones, ya que la gente desgraciadamente no tenemos un ápice de sensibilización.

Maduro acaba de declarar que ésta será la navidad en la que los venezolanos serán más felices, ojalá y lo diga porque piensa largarse del país, y deje de decir tonterías ante la crisis evidente que se vive en Venezuela.

Comparto lo que escribe Carlos Loret de Mola en un artículo en El Universal, al decir que “muchas veces pensamos que las tragedias que vivimos en nuestro país, en nuestras vidas día a día, no superan las que se viven en otros lugares del mundo, y con el sólo hablar de esos problemas, no aportamos nada a la solución de los mismos, pero desde nuestra trinchera podemos aportar aunque sea algo mínimo al alzar la voz y desde luego sensibilizarnos con lo que ocurre al hermano pueblo venezolano”.

Twitter @JuanAlberto3035

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