Por Karina Hernández Atacan, pero no proponen. La ambición que tienen por acabar uno con el otro es, por mucho, más grande que el deseo de realizar cambios en la ciudad, o incluso, el de ganarse la confianza de los ciudadanos. Claro, aunque ellos ya no confían. La presentación en el debate de los candidatos a jefe de gobierno de la CDMX ha sido, más allá de propuestas, competencia por mostrar quién es el más corrupto, quién ha robado más, o cuál de todos es más ambicioso en prometer algo…